JUICIO DEL 'PROCÉS'

Un guardia civil: "Los mossos fueron recibidos como 'la nostra policia' hasta que actuaron"

Los líderes independentistas acusados por el 'procés', en el Tribunal Supremo

Los líderes independentistas acusados por el 'procés', en el Tribunal Supremo / POOL / EMILIO NARANJO

Ángeles Vázquez

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El cabo primero de la Guardia Civil al mando del registro del domicilio del asesor de Gobernació Joan lgnasi Sánchez Santín, en Sabadell, el 20 de septiembre de 2017, declaró ante el tribunal del 'procés' que un gran número de personas se concentraron ante el portal, por lo que se vieron obligados a llamar a los Mossos d'Esquadra. De los 10 policías de Seguridad Ciudadana que acudieron, cinco resultaron lesionados, según explicó uno de ellos. El guardia civil previamente había explicado que los Mossos fueron recibidos como la 'nostra policia' hasta que empezaron a actuar, momento en el que fueron también insultados con "fascistas o 'botifler'" e incluso algún grito de "a pocos ha matado ETA".

El testigo explicó que la comisión judicial quedó retenida horas en el inmueble, porque "el grito de 'No pasarán' fue un hecho constatado", porque no se podía entrar ni salir del edificio, "por la crispación exagerada de la gente que se había concentrado". Por ello, uno de sus compañeros, que consiguió a acercar un coche al garaje para que salieran, les advirtió: "Id corriendo, que os comen".

Según el cabo, los mossos "actuaron muy bien, la verdad, se la jugaron ese día". "Ese día fueron muy eficaces, pero otros días no tanto", añadió a preguntas de la defensa. La fiscalía cifra en cinco los agentes de la policía de la Generalitat que resultaron heridos al "sujetar a la masa", que obedecía a las indicaciones que recibía de "formar una barrera" o de "arrencar cebes" (arrancar cebollas), como el juego infantil en el que dos entrelazan los brazos y otro trata de separarlos. Como la vivienda registrada está en un sexto piso, él podía ver cómo los agentes que trataban de abrirles un pasillo "sufrieron choques, zarandeos". Señaló que salieron gracias a que los mossos bloquearon a la multitud con sus furgonetas.

"¿Estigmatizo al niño?"

La defensa trató de desacreditar el registro con la hora en la que Sánchez Santín fue detenido. El cabo, muy espontáneo, respondió: "¿Y qué hago? ¿Le engrilleto y estigmatizo al niño?", en referencia al hijo del cargo de la Generalitat que tenía que ser llevado al colegio cuando se personaron en el domicilio. Más tarde sostuvo que la masa habría pegado al detenido, "aunque no lo conozca". 

Ante el tribunal declararon dos mossos, cuya imagen tampoco se pudo ver, porque la Jefatura ha pedido idéntica "restricción de la publicidad, que no de la publicación de su imagen", de los otros cuerpos. Ambos explicaron que se lesionaron una mano y un dedo "al caer arrastrado por la masa", y que el que fue agredido con más fuerza fue el jefe de orden público, pero las protecciones que llevaba evitaran lesiones graves. El primero señaló que identificó a miembros de la corporación municipal, entre ellos el teniente de alcalde, al que pidió ayuda para mediar con los concentrados, pero el primero rehusó hacerlo. "En una situación como esta creemos que la mediación en los conflictos es troncal y antes de utilizar la fuerza policial bajar la tensión con una persona conocida nos podía ayudar a evacuar al comitiva judicial", precisó a preguntas de Javier Melero, abogado de Joaquim Forn.

Previamente había explicado que activó a los antidisturbios desde que salió de comisaría. Señaló que primero intentó en vano abrir un pasillo la Guardia Civil, por lo que solicitó antidisturbios a Barcelona, pero allí dijeron que tenían "mucha faena". Finalmente los Mossos taparon con furgonetas la entrada del aparcamiento y se consiguió salir al detenido y la comisión judicial. "Fue el típico de tensión fuerte que has de aguantar para que se cumplan nuestro objetivo que es permitir la salida de la comisión", precisó. Una vez ocurrido eso ya no hubo más agresión, dijo.

Como se está convirtiendo en costumbre durante el interrogatorio el abogado de Jordi Sànchez, Jordi Pina, protagonizó un rifirrafe con el presidente del tribunal, Manuel Marchena. En esta ocasión al pretender que se dedujera testimonio contra el segundo mosso que declaró, porque negó que a raíz de sus lesiones se abriera un atestado por atentado contra la autoridad. Para el letrado, este hecho demuestra que no hubo sedición ni rebelión, porque no era ese el delito por el que se levantó acta. Marchena le ha preguntado si la calificación jurídica de un hecho se iba a discutir por lo que diga en un momento determinado un agente, cuando eso habrá dado lugar a nuevas diligencias.