Sánchez sigue a la espera de que Borrell acepte ir a las elecciones europeas

Pedro Sánchez continúa esperando que Josep Borrell acepte ser el aspirante del PSOE a las próximas elecciones europeas, que tendrán lugar el 26 de mayo junto a las autonómicas y municipales. Pero el ministro de Exteriores todavía no ha aceptado. Algunas fuentes de su entorno señalan que ya ha asumido que no tiene más remedio que aceptar la candidatura; otras, que no quiere repetir en un puesto que ya ocupó en el 2004. En cualquier caso, la primera opción del presidente del Gobierno sigue siendo Borrell.

"Depende de su disposición", ha señalado este lunes el secretario de Organización del PSOE y ministro de Fomento, José Luis Ábalos, tras la reunión de la Ejecutiva del partido. La fecha límite es el 17 de marzo, cuando los socialistas aprobarán sus listas a los múltiples comicios que se celebrarán antes del verano. 

Borrell no es el único ministro que tendrá que tomar una decisión sobre las listas electorales en breve. El resto de altos miembros del Gobierno también deberán aceptar o rechazar un puesto en las candidaturas a la generales del 28 de abril. El jefe del Ejecutivo quiere contar con todos ellos, y así se lo ha ido trasladando uno a uno. La acogida, en general, ha sido buena, según fuentes de la dirección socialista, aunque algunos ministros, como el de Ciencia, Pedro Duque, oponen más resistencia.

La inclusión de toda la cúspide del actual Gobierno socialista en las listas a las generales forma parte del plan de Sánchez de hacer profundos cambios en la bancada socialista en el Congreso. Ábalos ha dejado claro que el secretario general del PSOE busca una "gran renovación con personas que han liderado este proyecto".

Un "relato nítido"

Tras el desencuentro con los independentistas, la polémica del relator en el diálogo con la Generalitat y el fracaso de los Presupuestos, las sensaciones son buenas en el PSOE. "El partido está más movilizado que nunca, tiene un relato nítido y la sensación de haber hecho un buen trabajo que se ha bloqueado por intereses espurios", ha dicho Ábalos.

El primer puesto en las generales, que ratifican todas las encuestas, incluida la publicada este domingo por EL PERIÓDICO, se da por descontado. Otra cosa es si ese resultado, superior a los 84 diputados actuales, sea capaz de mantener a Sánchez en el Gobierno, algo que se anticipa difícil si el PP, Ciudadanos y Vox logran más de 175 escaños, por encima de la mayoría absoluta, en una campaña de las derechas donde las relaciones del Gobierno con el independentismo tendrán un absoluto protagonismo.  

El PSOE contrapone aquí la suerte que la semana pasada corrieron los Presupuestos Generales del Estado, rechazados al contar con el voto en contra del PP, Ciudadanos, ERC y el PDECat. "Que alguien, pese a ello, siga con esa cantinela, abrazado a la extrema derecha, empieza a ser patético", ha dicho Ábalos.

Los socialistas, de momento, no anticipan ninguna preferencia en los pactos postelectorales. "En estos meses de gobierno hemos establecido entendimientos con unas fuerzas y con otras", ha continuado el titular de Fomento. Ante la previsible caída de Podemos, muy lastrado por sus últimas crisis internas, las miradas se dirigen a Ciudadanos. Su líder, Albert Rivera, firmó un fracasado pacto de investidura en el 2016, pero aquello parece ahora muy lejano, con los naranjas pactando en Andalucía y manifestándose con el PP y Vox en contra de la política del Ejecutivo con Catalunya.   

"Al señor Rivera le cuesta menos pactar con socialdemócratas que con extremistas de derecha. En Europa eso no tiene ningún sentido. Los liberales se entienden con los socialdemócratas. Pero aquí prefieren a la extrema derecha. Ciudadanos tiene que decidir si se entiende mejor con los socialdemócratas que con los ultraderechistas", ha dicho Ábalos. El mensaje se repetirá sin pausa de aquí a las generales. El PSOE cree que su suerte dependerá de la movilización de los progresistas y de su capacidad para atraer a antiguos votantes naranjas, ahora incómodos con la cercanía de Rivera a Vox.