Pique institucional entre los gobiernos central y andaluz a cuenta de la visita de Obama

Rajoy delega el recibimiento en la vicepresidenta del Gobierno, relegando protocolariamente a Susana Díaz

Barack Obama sale del despacho oval de la Casa Blanca.

Barack Obama sale del despacho oval de la Casa Blanca. / periodico

JULIA CAMACHO / SEVILLA

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La visita del presidente de EEUU Barack Obama a España ha desencadenado los primeros roces protocolarios entre las autoridades de distinto rango, ya que todo el mundo quiere estar presente en algún momento de la visita y arañar, por qué no, la fotografía con el presidente norteamericano. Desde Andalucía ya han expresado su malestar por que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, haya desistido de acudir al aeropuerto de Sevilla a recibir al mandatario y delegue esa representación en la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, con lo que desplaza protocolariamente a la presidenta andaluza Susana Díaz.

Fuentes del gobierno andaluz han reprochado “las formas poco elegantes” y el “poco estilo” al “alterar el protocolo” de esta forma, y más estando en funciones, dado que en ausencia del presidente del Gobierno central la segunda mayor autoridad es la presidenta de la comunidad autónoma. Es decir, que es a Díaz a quien le correspondería aparecer justo al lado del rey Felipe VI. Ahora, al delegar en la vicepresidenta, será esta quien esté al lado del Monarca, y antes que Díaz, a la hora de recibir a Obama a pie de la escalerilla del Air Force One.

La noticia se ha conocido a través de un escrito remitido por el Gobierno a la Casa Real este miércoles, en el que Rajoy recurre al Real Decreto de Ordenación General de Precedencias en el Estado para comunicar que delega su representación en la persona de la vicepresidenta y portavoz del Gobierno central para el acto de recibimiento en el aeropuerto hispalense, previsto en torno a las 23.30 horas del sábado.

Desde el ejecutivo regional han recordado que este tipo de actuaciones eran habituales en la época de José María Aznar como presidente del Gobierno, que en el caso de actos oficiales en Andalucía solía delegar en sus ministros, y especialmente en el líder del PP andaluz Javier Arenas, para que en cuestiones protocolarias éste apareciera siempre por delante del entonces presidente Manuel Chaves.

MALESTAR EN EXTERIORES

Las fricciones no se limitan a las administraciones de distinto signo político. La delegación en Soraya Sáenz de Santamaría también ha molestado en el seno del Consejo de Ministros, ya que por ejemplo quedan relegados los ministros de DefensaPedro Morenés, o el de Asuntos ExterioresJosé Manuel García-Margallo. La decisión de Rajoy ha “escocido” especialmente a este último, según las fuentes consultadas, sobre todo teniendo en cuenta que ha sido el encargado de gestar y organizar la primera visita de un presidente norteamericano en 15 años. Tal ha sido el malestar que el responsable de la diplomacia española ha preferido desaparecer unos días y centrarse en la agenda privada hasta que reaparezca este viernes en Varsovia (Polonia) para la Cumbre de la OTAN.

UN DECORADO

Mientras se produce la llegada del presidente de EE.UU, Sevilla se encuentra ya prácticamente blindada. El Ayuntamiento hispalense ha preparado un dispositivo de 500 personas entre fuerzas de seguridad, limpieza, bomberos o protección civil, similar a “varias 'madrugás'” de Semana Santa –por cuanto a volumen de gente en la calle—para que todo esté en condiciones. El cierre al tráfico rodado será cuasi total en el centro de la ciudad, salvo para los residentes con garajes. También se ha intensificado la vigilancia en torno al hotel Colón, donde la Embajada norteamericana reservó casi un centenar de habituaciones hace ya al menos un mes y donde, salvo cambios de última hora, parece que pernoctará el mandatario norteamericano.

La ciudad que se encontrará Obama se asemejará más a un decorado de película, ya que no habrá ni coches de caballos, veladores, autobuses, tranvía o bicis por el casco histórico de la ciudad. De hecho, se han preparado un par de “bolsas de público” para que los sevillanos puedan acomodarse y observar desde la distancia el paseo a pie que el presidente dará junto al rey Felipe VI por la zona de la Catedral, la Giralda y el Real Alcázar. Asimismo, se han dado habilitaciones especiales para las parejas que celebren esa mañana su boda en alguna de las iglesias del centro de Sevilla, y se ha obligado a suspender una procesión que tenía previsto celebrarse la tarde del sábado y que ahora se traslada al domingo.