MARCHA ATRÁS DEL PARTIDO CONSERVADOR

El PP renuncia a incluir la reforma constitucional en su programa

Intenta frenar el debate a las puertas de las elecciones catalanas

Pablo Casado.

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EL PERIÓDICO / MADRID

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Pese a que fue Mariano Rajoy quien a principios de mes abrió el melón, al mostrarse dispuesto a reformar la Constitución en la próxima legislatura, el partido conservador renuncia a tomar la iniciativa e incluir los posibles retoques, ya sean genéricos o concretos, en su programa electoral. A las puertas de las elecciones catalanas y después de que el cambio de criterio de Rajoy haya abierto la puerta a conjeturas de todo tipo sobre cómo cambiar la Carta Magna para calmar las aguas en Catalunya, el PP intenta frenar el debate al evitar comprometerse por escrito a cualquier cambio que pueda servir para que «los secesionistas» puedan «reescribir la historia de España».

«Cuando se desafía la unidad de España no conviene cuestionar el marco de convivencia que le ha dado a este país el periodo de mayor prosperidad de su historia», aseveró ayer el vicesecretario de comunicación del PP, Pablo Casado. El dirigente reconoció incluso que si Rajoy es reelegido, su partido «hablará» de cualquier reforma que se proponga pero «renunciará a proponerla», lo que desinfla las expectativas creadas por el presidente.

Tras la primera reunión de la cúpula de la fuerza conservadora -presidida por Rajoy- una vez superado el parón estival, Casado compareció con el mandato de atajar el debate, que han promovido incluso algunos dirigentes del PP, con el argumento de que modificar la ley de leyes no «es una prioridad» ni algo «que interese a los españoles».

El vicesecretario mostró por contra la disposición de su organización a incluir en el programa de cara a las elecciones generales medidas que sirvan para regenerar algunas instituciones, pero que no impliquen una reforma de la Carta Magna, como mejorar el reglamento de las Cortes, la financiación autonómica o modificar la ley electoral local.

LAS CONTRADICCIONES

Casado negó que órganos como el Tribunal Constitucional o el Consejo General del Poder Judicial estén politizados, adjetivo que sí empleó para promover su reforma la vicesecretaria de estudios y programas, Andrea Levy. Esta también se mostró el sábado dispuesta a rebajar el IVA cultural, una medida que el ministro de Economía, Luis de Guindos, rechazó de plano. Casado, no obstante, se afanó en intentar minimizar las discrepancias y aseverar que es el PSOE el que, con reformas como la constitucional, «lanza globos sonda» para evitar debates más espinosos.