CRISIS EN LA FEDERACIÓN NACIONALISTA

Duran culpa a la dirección de CDC de provocar la división de voto

Rull mantiene la estrategia y defiende «ampliar» el espacio del independentismo

FIDEL MASREAL / BARCELONA

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Una «innecesaria irresponsabilidad». Así describe el líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, la inédita votación separada entre los diputados de Convergència y los democristianos a cuenta de la toma en consideración del pacto antiyihadista suscrito por el Gobierno y el PSOE.

En su carta semanal en la web de su partido, Duran reitera que había acuerdo previo en votar a favor de la toma en consideración, lo cual no equivalía a bendecir el contenido del acuerdo sino poder posteriormente presentar enmiendas. El dirigente democristiano se pregunta a qué viene «marcar diferencias» con Unió en esta cuestión. «Alguien se ha equivocado», subraya en su texto. «Si desde Barcelona no se hubiera hecho una llamada telefónica en el último minuto diciendo que CDC no podía votar lo mismo que Unió, aquí reinaría la paz y allí la gloria», se queja. «Basta de intentar hacer ver que, dado que el pacto [antiyihadista ] puede afectar al proceso, a Unió tanto le da si vota sí y CDC se abstiene. Ya he dicho que ahora presentaremos enmiendas», añade.

DISCREPANCIA CON MAS / La tesis de Duran contrasta con el argumento que ha esgrimido el líder de CiU y president de la Generalitat, Artur Mas, para quien el conflicto se circunscribe a cuestiones relacionadas con el grupo parlamentario de la federación en el Congreso. Nada que ver con la dirección en Barcelona.

En esta sinfonía del desencuentro de fondo entre CDC y Unió, el convergente Josep Rull interpretó ayer una melodía de reconciliación, pero sin cesión alguna. Rull insistió, en declaraciones a RAC-1, en que el programa de Convergència cara a las elecciones autonómicas hablará nítidamente de la independencia de Catalunya como objetivo. Rull llamó a «ampliar» y a «sumar al máximo» en el espacio soberanista, por lo que se mostró conciliador respecto a las relaciones con Unió. El número dos convergente se mostró convencido de la posibilidad de reconducir la situación con sus socios.

El caso es que tanto Unió como CDC deben abordar decisiones importantes: los democristianos han de fijar su posición respecto al programa independentista del 27-S y CDC celebrará en las próximas semanas un consejo nacional extraordinario para debatir el proceso de refundación de un partido aquejado por causas de corrupción y el impacto del caso Pujol.