Franco reconoce que Oriol Pujol medió en favor de Sharp y Yamaha

El 'exconseller' de Treball admite que el político le pidió que se reuniera con un amigo

Lluís Franco, ayer, en la entrada de la Ciutat de la Justícia de BCN.

Lluís Franco, ayer, en la entrada de la Ciutat de la Justícia de BCN.

J. G. ALBALAT / BARCELONA

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El 'exconseller' de Treball Lluís Franco reconoció ayer que el exdiputado de CiU Oriol Pujol le pidió, cuando el primero dirigía la Agencia Tributaria Catalana, que atendiera a un empresario amigo suyo, Sergi Alsina. La jueza sospecha que Alsina pagó comisiones al político, a través de la mujer de este, por su intermediación en proyectos de reconversión industrial. Franco, actual presidente del Consell de Treball, Econòmic i Social de Catalunya, declaró como testigo ante la jueza que investiga si Pujol cobró comisiones ilegales a cambio de sus gestiones en el proceso de reconversión de las multinacionales Sharp, Sony y Yamaha, así como en la recalificación de unos terrenos en las proximidades de la planta de Seat en Martorell.

Franco admitió que Oriol Pujol, al que conocía porque los dos eran altos cargos de CDC, le pidió en dos ocasiones que recibiera a Alsina en relación a los proyectos de reconversión de Sharp y Yamaha, que este asesoraba y por los que el empresario cobró un total de 7,4 millones de euros. El exalto cargo explicó que, en el caso de Sharp, el exsecretario general de CDC le urgió a que el encuentro tuviera lugar lo antes posible, ya que la gestión era muy urgente. Franco le dijo al político que Alsina llamara a su secretaria para solicitar una entrevista.

BENEFICIOS FISCALES

El objetivo de las reuniones era consultar si los posibles compradores de las fábricas se podían acoger a algún artículo de la normativa tributaria que les acarreara un beneficio fiscal. El 'exconseller' declaró que se limitó a aclarar a Alsina y a los empresarios que le acompañaban que esta clase de tributos dependía de una ley estatal.

También declararon como testigos dos trabajadores de la empresa Alta Partners, administrada por Alsina, quienes aseguraron que no conocían a Anna Vidal, la esposa de Pujol, ni habían visto ningún documento firmado por ella. Vidal cobró de Alsina 499.060 euros entre el 2008 y el 2011 por labores que, según la fiscalía, son ficticias y enmascaraban realmente el pago de comisiones por la mediación de Pujol.