Una amistad «ni estrecha ni ancha»

Parte de la burbuja de la construcción sirvió para blanquear dinero del narcotráfico. Todos los lavados del mundo y salió blanquísima la ropa. Si no llegamos a frenarlos, no quiero decir lo que sería Galicia ahora». A Carmen Avendaño, matriarca de la lucha contra el narco desde los años 80 -escraches incluidos-, la denunció Marcial Dorado Baúlde en el 2006 por«daños al honor».Marcial de la Isla(de Arousa) es el dueño del yate en el que posaba Alberto Núñez Feijóo en 1995, a sus 34 años, con un gesto despreocupado entre Baiona y las Illas Cíes, en la foto publicada porEl Paísen el reportajeFeijóo y el contrabandista. Dorado aún aguardaba entonces el resultado del proceso que permitió incautar, en el 2003, el mayor alijo de cocaína de la historia de Europa (6.400 kilos) a bordo delSouth Sea. «Todos en Galicia sabían en 1995 quiénes eran Dorado, Laureano Oubiña o Pablo Vioque», opina Avendaño. A la activista gallega, que en 1989 entregó a Fraga una lista de políticos corrompidos por el dinero del narco, le parece«increíble»que alguien como Feijóo, en aquella época número dos de la sanidad gallega, poco después presidente del Insalud,«se deje hacer fotos con este tío».Eltíofue arrestado en el 2009 a las puertas de la prisión pontevedresa de A Lama, donde cumplía el tercer grado de una condena de tres años por cohecho. El proceso que cambió la suerte del capo afortunado, el primero por narcotráfico, empezó en el 2003 con aquel alijo del siglo (fue el juez José Antonio Vázquez Taín quien ordenó su detención). Esta semana celebró sus 63 años cumpliendo una condena de 14.

En realidad, cuando Dorado mantenía una relación«indirecta de ocio» con Feijóo, según la justificación del presidente de la Xunta, que negó que hubiese amistad«ni estrecha ni ancha», llevaba poco más de 10 años en las páginas de la prensa gallega. Manuel Rivas ya se refiere a Dorado como «presunto jefe del grupo contrabandista de Vilagarcía» en su reportaje de 1984La Navidad portuguesa de los reyes del tabaco. Son los años duros del contrabando, y no es un objeto literario: las fuentes son miembros del Servicio de Vigilancia Aduanera que intervinieron en la aprehensión del carguero griego Christina, con un alijo de 3.000 millones de pesetas. Los maestros del contrabando huyeron al norte de Portugal para protegerse y, desde allí, llegaron a entablar conversaciones con el presidente de la Xunta, Gerardo Fernández Albor. Dorado se presentó entonces ante el juez en Madrid, en solitario, y salió libre tras pagar una fianza de 20 millones. Los demás encausados ya sabían a qué atenerse.

Procesado en aquel sumario 11/84 con otros contrabandistas como Sito Miñanco, Dorado permaneció una década esperando un juicio que no llegó a celebrarse. Salió indemne también de laPeseta Connection, en 1989, la investigación francosuiza que intentaba llegar al fondo de una red que lavó más de 22.000 millones de pesetas procedentes del contrabando y, más que presumiblemente, del tráfico de drogas. Ya era imposible distinguiro fume da fariña.El tabaco de la cocaína. Pero el nombre de Dorado aparecía en esa investigación -pública- junto al del vascofrancés Joseph Arrieta y el suizo Michael Hanggi. También, justo antes de los 90, en el Informe Navajas sobre corrupción de guardias civiles en Intxaurrondo, pero elmalditoInforme Navajas, que apuntaba a Enrique Rodríguez Galindo en la peor etapa de la guerra sucia contra ETA, nunca fue investigado por los jueces. Toda esta etapa empresarialde Dorado, está documentada en libros comoConexión gallega: del tabaco a la cocaína (Ediciones B, 1991), del periodista gallego Perfecto Conde.

Más difícil se antoja sustraer su nombre del revuelo mediático de laOperación Nécora, en 1990. Solo la difícil instrucción del caso, por parte del juez Garzón, permitió a Dorado zanjar el susto -50 agentes se presentaron en su mansión de la Illa de Arousa- con una detención intempestiva. Nueve de cada 10 imputados, y fueron 48, volvieron a ser detenidos. Ayudó el perfil bajo del hijo de la sirvienta de A Illa de Arousa. Fue ese su primer trabajo. Para Vicente Otero,Terito, padrino del tabaco en Galicia y militante histórico y condecorado de Alianza Popular. Unos días después de laOperación Nécora todavía era compromisario del PP. Solo un poco antes, en las elecciones que dieron la primera mayoría absoluta a Fraga (1989), comía con este y con José María Aznar en un restaurante de Cambados. Fue Terito quien puso la primera planeadora en manos de Marcial Dorado. No había muerto Franco.

«Lo que está saliendo a relucir es lo de hace decenios»,resumió a este diario Xosé Manuel Beiras, líder de Alternativa Galega de Esquerda.«Como político, la carrera de Feijóo ha terminado porque su carrera era el Gobierno de España. Legislar contra el idioma propio retrata su ambición, Galicia era un paso más en su camino y ahora ese camino está liquidado». Tanto AGE como el BNG exigen la dimisión del presidente de la Xunta. El PSdeG pide las facturas que demuestren que la Xunta no hizo contratos con Dorado mientras este se relacionaba con él. El futuro de Feijóo depende ahora de cuánto aclare de su relación con Marcial Dorado Baúlde. Su obstinación por sajar el currículo del narco en dos partes diferenciadas -contrabandista antes de las fotos, traficante después- ya le ha pasado factura.