TRIBUNA

¡Escuchemos a los sociolingüistas!

"Si hacemos el castellano tan oficial como el catalán, aquel acabará comiéndose este con el hambre inconsciente que da la legitimidad y la comodidad de quien se encuentra en casa"

Alfons López Tena, cabeza de lista de SI, durante un reciente mitin en Mataró.

Alfons López Tena, cabeza de lista de SI, durante un reciente mitin en Mataró. / periodico

Toni Strubell

Toni Strubell

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Generalmente lalengua no ha sido un tema 'electoral' preferente en las elecciones catalanas. Pero en los últimos días ha irrumpido en el debate público el tema de la oficialidad delcastellano en la Catalunya delfuturo. Y si bien hay que decir que es positivo que se libre la cuestión lingüística de los tabúes que la han envuelto durante años, quizá tendríamos que ver con precaución toda tendencia a la simplificación o a convertirlo en un campo propicio para la búsqueda del voto fácil. Ciertamente, el tema lingüístico requiere una reflexión meditada y no es nada conveniente apartarle de los 'inputs' que en este delicado campo nos hacen llegar los expertos en sociolingüística. 'Inputs' que los políticos, generalmente, obvian por poco 'recomendable' electoralmente.

En este sentido es importante incorporar al debate el contenido de un interesantetrabajo aparecido últimamente: 'Raons de ser d'un full de ruta per a la gestió de les llengües en la Catalunya independent'. La ha realizado el Grup de Treball sobre la Gestió del Castellà en el Marc d'una Catalunya independent, que integran los filólogosMontserrat Alberte, Juan Carlos Moreno Cabrera --este, catedrático de la Autónoma de Madrid-- ySilvia Senz.

Estimula leer un trabajo muy 'à la page', redactado lejos de los ambientes politizados que se inclinan hacia la pretendida corrección política o que alejan de las posiciones científicas. El estudio parte no del discurso político sino de la valiente idea de que "en nuestromodelo de sociedad occidental y democrática, es necesario intervenir políticamente para organizar unentorno de diversidad lingüística".

Estatus de idioma propio

En la edad de laglobalización, es evidente que hay muchos condicionantes --y no solo los delmercado-- que hacen que los idiomas puedan prosperar o morir. No sirven simplificaciones ni 'buenismos' si queremos acertar en la difícil tarea de salvar el futuro de un idioma, por muy oficial que sea. Cuando queremos decidir democráticamente el futuroestatus de los idiomas hablados en Catalunya, por ejemplo, hay que tener plena conciencia de lo que significaría otorgarles un rango de plena cooficialidad con el catalán.

Hacerlo equivaldría a darles --según los autores del estudio mencionado-- una carta de naturaleza y estatus virtual de idioma propio. Un estatus que --recordémoslo-- el propio Tribunal Constitucional negó para el catalán. Hacerlo equivaldría a continuar con el actual ordenamiento lingüístico que permite que cualquier persona pueda vivir en Catalunya exclusivamente en castellano, sin ninguna obligación de saber o utilizar el catalán, si así le place. Si procedemos así --por emplear las palabras del eminente lingüistaJoan Solà--, quizá habremos conseguido alargar el único caso de "exilio interior lingüístico" (promovido porFranco) que deberá soportar una lengua de Europa en su propio territorio, por muy Estado propio que luzca.

La factura de la no fractura

Los que promueven hoy la plena oficialidad del español en una Catalunya independiente dicen que lo hacen para evitarnos una "fractura" y por "facilitar la cohesión". En el nuevo marco político catalán que dicen promover (no se sabe si será "Estado propio", "modelo Massachussets", "nuevo Estado de Europa", "confederación" --soloSolidaritat habla claramente de Estado independiente con catalán como lengua oficial), hay que pedir si cambiará mucho la actual tendencia a laespañolización lingüística masiva de nuestra juventud en muchas comarcas catalanas. El gesto político-lingüístico deJunqueras, expresado en un artículo publicado en EL PERIÓDICO, y la indefinición de CiU en este campo, ¿ofrecen alguna garantía real de que el papel "cohesionador" pueda ejercer nunca el catalán en nuestra casa? ¿Nos pueden garantizar que la factura de la 'no fractura' no la acabe pagando íntegramente la lengua catalana? Todo hace temer que no.

Hace ocho años, el jovenÈric Bertran--el de la magnífica película'Fénix 11-23'que ahora estrenaJoel Joan--pagó un duro castigo por enviar un 'mail' a un supermercado exigiéndole el uso del catalán en el etiquetado. ¿No es a CiU que hoy se le podría enviar (con más cuidado) un 'mail' similar por su desgana a la hora de proteger el catalán? Alcastellano en Catalunya lo podemos amar, comprender, enseñar, leer, aceptar, respetar, recitar, estimular, estudiar, cantar y mimar. Todo lo que queramos. Pero fijémonos que si lo hacemos tan oficial como el catalán, muchos sociolingüistas --como los citados más arriba-- apuntan que este idioma acabará comiéndose el catalán con el hambre inconsciente que da la legitimidad y la comodidad de quien se encuentra en casa. Habremos dado por bueno,moralmente, el hecho consumado de 40 años sinescuela en catalán y deinmigración en una tierra desvalida. Si realmente queremos salvar el catalán --más allá de la preocupación por los votos-- seamos valientes y escuchemos a los sociolingüistas.