MUNICIPALES Y AUTONÓMICAS

Zapatero apela al voto «crítico» tras las marchas de los jóvenes

Zapatero y Vara, ayer, durante el mitin que el PSOE celebró en Cáceres.

Zapatero y Vara, ayer, durante el mitin que el PSOE celebró en Cáceres.

JUAN RUIZ SIERRA
CÁCERES

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En ningún momento las citó, pero sus frases fueron una apelación a las masivas movilizaciones de jóvenes indignados con la política de los partidos mayoritarios que desde el domingo se han convertido en uno de los asuntos sobre los que pivota esta campaña. Nunca hasta ahora José Luis Rodríguez Zapatero se había referido de forma tan directa a los desencantados con el PSOE. Tampoco, al menos en este periodo electoral, había defendido el impuesto a las transacciones financieras que el líder socialista reclama en los foros internacionales y que supone, también, una de las reivindicaciones de buena parte de los miembros del heterogéneo movimiento que ha tomado las calles españolas para sorpresa de propios y extraños.

«Pido el voto a todos los progresistas, a los que son leales. Pero también pido el voto al progresista crítico, porque votando a la izquierda siempre se puede exigir. Los progresistas no pueden regalar con su abstención la victoria a quien no se lo merece. Esa mayoría progresista, crítica o menos crítica, tiene que salir a votar», señaló primero. Después: «El impuesto sobre las transacciones financieras será fundamental para la reforma del sistema financiero». Y por último: «Es el voto lo que mejora la democracia; es la expresión para ser crítico y exigente. Aquí y en todos los países democráticos».

Antes que él, el expresidente extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra había ido mucho más allá: «La pregunta es: ¿Es razonable lo que piden, sí o no? [y el público: «¡Sí!»] Es razonable. No están contra el sistema; es el sistema el que está contra ellos. Y no quieren esperar otros cuatro años para que se les escuche».

Las frases son un reflejo de la preocupación que ha cundido en el PSOE por el coste electoral que quizá traigan consigo estas protestas. Fueron pronunciadas en Extremadura, la comunidad que supone, casi tanto como Castilla-La Mancha, el termómetro que evaluará si el 22-M es para el PSOE un batacazo o solo una derrota. Por vez primera, los populares tienen auténticas posibilidades de hacerse con la autonomía -el CIS pronostica 31 escaños para los socialistas, que podrían gobernar con los dos parlamentarios de IU, frente a los 32 del PP- y si Guillermo Fernández Vara, uno de los barones que más presionó a Zapatero para que anunciara su retirada antes de estos comicios, logra permanecer al frente de la Junta, su influencia en el partido puede ser mucho mayor que ahora.

El extremeño explicó en Cáceres: «Algunos me dicen: 'Ahora que Zapatero se marcha, ¿por qué no te presentas tú?' Y yo les contesto: 'Por tres razones. Primero, porque quiero vivir en Extremadura. Segundo, porque os quiero con toda mi alma. Y tercero, porque aún no he cumplido con mis compromisos aquí'».

UN CREYENTE / Vara, en un resumen del mensaje central del PP en esta campaña, ha sido criticado por los conservadores por ser «el más creyente» en Zapatero. Los populares arremeten contra los gobernantes autonómicos y municipales del PSOE no por lo que hayan hecho o dejado de hacer en esta legislatura, sino por su pertenencia a las siglas que, por el momento, sigue encabezando Zapatero. Es una estrategia de la que los candidatos socialistas no se pueden zafar. Si acaso, pueden distanciarse un poco de la sombra del presidente si deciden -como el PSC o el presidente manchego, José María Barreda- que no quieren al líder en sus actos. Sin embargo, Vara sí que le quiere. «José Luis, estamos en la buena línea», le dijo.