La estabilidad del Ejecutivo

El PP exige saber si los aberzales y ETA forman parte del acuerdo

De izquierda a derecha, Mayor Oreja, García Escudero, Soria, Cospedal y Arenas, ayer en Gran Canaria.

De izquierda a derecha, Mayor Oreja, García Escudero, Soria, Cospedal y Arenas, ayer en Gran Canaria.

PILAR SANTOS
MADRID

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El pacto del Gobierno con el PNV y Coalición Canaria (CC), que protege a José Luis Rodríguez Zapatero hasta el final de la legislatura y le ahorra esas votaciones de infarto en el Congreso de los Diputados (el tijeretazo: 169 a 168 votos), recibió ayer críticas desde todo el arco parlamentario. La más provocadora, sin duda, la del PP. Esteban González Pons, vicesecretario de Comunicación de los conservadores, exigió saber si la izquierda aberzale y ETA también forman parte del acuerdo.

González Pons reclamó que se hagan públicos los detalles de la alianza, para que los ciudadanos puedan comprobar si les va afectar a su bolsillo; si, como dice el PSOE, no se va a romper la caja única de la Seguridad Social, y si la participación electoral de los aberzales y la relación con la banda terrorista también se han incluido en la negociación.

En este asunto, José Antonio Alonso, portavoz del Grupo Socialista y encargado ayer de dar a conocer el pacto en la Cámara baja, aseguró que el PNV y el PSOE no han hablado, «ni por asomo», de terrorismo ni tampoco de la participación de la izquierda aberzale en las elecciones municipales del próximo mayo.

«RUPTURA» DE LA CAJA ÚNICA / Pons ve en el acuerdo del Ejecutivo con el PNV y CC el reflejo de «la situación dramática y crepuscular» de Zapatero, que es capaz, dijo, de pactar con los nacionalistas vascos «la ruptura de la caja única de la Seguridad Social».

La noticia de la alianza sorprendió a la plana mayor del PP en la localidad de San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria), donde el principal partido de la oposición celebraba una reunión interparlamentaria.

«CORRESPONSABLES» DE LA CRISIS / Ana Mato, vicesecretaria de Organización de los conservadores, advirtió a los nuevos socios del Ejecutivo de que serán «corresponsables» de la «dramática situación del paro y de que se prolongue más la crisis económica». Y añadió que «es difícil de entender» el respaldo del PNV y el de CC a unas cuentas públicas que a su entender no solucionan los problemas económicos de los vascos, de los canarios y de los españoles.

Poco antes de conocerse que la alianza que se había alumbrado en el Congreso era un compromiso con el PSOE para toda la legislatura y no solo para la aprobación de los presupuestos para el 2011, la portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró que esas cuentas son el «testamento político» de Zapatero.

CUENTAS «DISCRIMINATORIAS» / El acuerdo también fue criticado, aunque por distintas razones, por CiU y ERC. Así, el portavoz de la federación nacionalista, Josep Antoni Duran Lleida, advirtió al presidente del Gobierno de que con el pacto asegura su continuidad en el cargo «en términos numéricos», pero no «garantizará» la confianza de los mercados.

«Se veía venir -dijo Duran-. Nosotros no cuestionamos el acuerdo, cuestionamos los presupuestos, porque no generan confianza, no crean ocupación, discriminan a Catalunya e incumplen el Estatut». El líder democristiano comentó que «las circunstancias de los nacionalistas vascos son diferentes a las de CiU», porque gobiernan con el apoyo del PSE en las diputaciones forales.

Por su parte, el portavoz de ERC, Joan Ridao, lamentó que el Ejecutivo haya apostado definitivamente por salir de la crisis económica con «políticas de centroderecha».