El tripartito recupera el gobierno metropolitano que Pujol suprimió

El Ejecutivo catalán ya dispone de la memoria de la ley que permitirá recuperar el gobierno metropolitano que Jordi Pujol suprimió en 1987 a través de las leyes de ordenación territorial. El PSC nunca se lo perdonó y cuando accedió a la Generalitat se comprometió a recuperar este órgano supramunicipal. Era un empeño personal de Pasqual Maragall, primero en su etapa de alcalde de Barcelona --presidía la Corporació Metropolitana cuando CiU la eliminó--, y después como president. A pesar de ello, y de las presiones de los alcaldes socialistas, el primer tripartito aparcó el debate. Ahora en cambio parece que la cosa va en serio porque los tres socios del Ejecutivo están negociando un documento a partir de las propuestas formuladas por el departamento de Governació que dirige el republicano Jordi Ausàs. El objetivo es aprobar la ley el año que viene.

Este borrador, al que ha tenido acceso EL PERIÓDICO, determina la estructura que tendrá la nueva Corporació Metropolitana de Barcelona, los municipios que la integrarán, y las competencias que ejercerá en ámbitos como transportes, urbanismo o hacienda.

El Govern parte da un acuerdo del año 2004 que establecía que el área metropolitana está integrada por 36 municipios que concentran cuatro millones de habitantes. A diferencia de entonces, el documento que negocian los tres partidos de izquierda reconoce el derecho de Rubí (Vallès Oriental) a integrarse en este organismo.

LAS COMPETENCIAS

La Corporació permitirá unificar las competencias que ahora están repartidas entre la Entidad Metropolitana del Transporte, la Entidad Metropolitana de Medio Ambiente y la Mancomunidad de Municipios. El borrador del tripartito establece que el nuevo organismo planificará y gestionará el transporte público urbano en este ámbito territorial. También se le otorgarán competencias en la regulación y ordenación de los servicios de taxis.

Además, la Corporació será la encargada de controlar el suministro de agua y los servicios de potabilización y saneamiento. Los residuos, su gestión, transporte y tratamiento, serán de su competencia.

PLANES E IMPUESTOS

Otra de las asignaturas pendientes es la aprobación del Plan Territorial Metropolitano. La Generalitat en colaboración con ayuntamientos y expertos en urbanismo está preparando su redacción. Cuando exista el gobierno metropolitano será el encargado de liderar iniciativas como esta. Aunque las competencias en urbanismo dependen en buena parte de la Administración autonómica, la formulación de los planes de ordenación urbanística plurimunicipal pasarán a ser una decisión de la Corporació.

El nuevo organismo deberá configurar una especie de "hacienda metropolitana" que reordene la gestión de impuestos como el de bienes e inmuebles (IBI) o las tasas vinculadas al tratamiento de residuos.

LA ORGANIZACIÓN

El futuro gobierno municipal estará integrado por un consejo con presencia de todos los municipios y se recuperará la figura del presidente. Hace cinco años cuando el entonces alcalde de Barcelona Joan Clos insistió en la restitución del ente metropolitano ya se especuló con nombres para dirigirlo (y eso que no había proyecto). Uno de los candidatos era el que fuera director del Comité Organizador de Barcelona 92, Josep Miquel Abad.