Alejandro Nolasco (Vox)

El exvicepresidente de Aragón: "Si el PP cambia, ¿por qué no volver a gobernar juntos?"

El ya exvicepresidente del Gobierno de Aragón atiende a este diario tan solo unas horas después de presentar su dimisión

El exvicepresidente Alejandro Nolasco, durante la entrevista con este diario en el que hasta este viernes ha sido su despacho.

El exvicepresidente Alejandro Nolasco, durante la entrevista con este diario en el que hasta este viernes ha sido su despacho. / LAURA TRIVES

Alberto Arilla

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El ya exvicepresidente del Gobierno de Aragón, Alejandro Nolasco, recibe a El Periódico de Aragón, del mismo grupo editorial que este diario en su despacho, del que se despide este mismo viernes tras haber acatado el órdago de Santiago Abascal y haber presentado su dimisión. Una conversación en la que Nolasco habla de los motivos que han llevado a ella a la ultraderecha, a la par que reconoce que cada uno expuso sus puntos de vista en la ejecutiva nacional de Vox, de la que es vocal desde este mismo año. Por último, deja la puerta abierta a volver a gobernar con el PP, siempre y cuando "cumpla con los pactos".

-Acaba de dimitir. ¿Cuál es ahora mismo su sensación?

-La sensación de tener el deber cumplido. Nos debemos a los votantes de Vox en Aragón, que fueron 70.000. Evidentemente, esto no ha pasado por la cantidad de 'menas' en sí, sino por lo que supone tener a inmigrantes ilegales que no sabes quiénes son, qué han hecho en su país de origen o qué antecedentes penales tienen. Ahora son 20, mañana serán 40, luego 100, luego 1.000... El pacto de gobierno habla de no facilitar el trabajo a las mafias de tráfico de personas, y el 90% de las personas que vienen lo hacen cooptadas y empujadas por esas mafias, que luego les exigen dinero y les amenazan. Ellos tampoco son libres para elegir, y el PP y el PSOE no hacen más que alentar ese efecto llamada.

-Pero, en el documento del pacto, en ningún sitio pone que Aragón no pueda acoger a más menores migrantes, es una interpretación. ¿Creen que merece la pena salir de un Gobierno porque lleguen 20 niños?

-Es un tema de coherencia política. Tú no puedes decir una cosa en campaña y luego hacer otra. El PP sabía perfectamente que esto era una línea roja y la ha cruzado. Además, lo ha hecho a conciencia, porque los presidentes autonómicos querían hacer otra cosa, evidentemente querían decir que no. Y Feijóo llamó a cada uno de ellos para decirles que acogerlos sí o sí.

-¿Eso es información?

-Eso es real.

-Es decir, ¿puede afirmar al 100% que Feijóo llamó a Azcón?

-Bueno, a Azcón no lo sé. Sé que llamó a los presidentes autonómicos, lo hemos dicho muchas veces, el otro día lo dijo Santiago (Abascal). Yo no lo he comprobado, pero ellos sí que lo han dicho muchas veces, y es por algo. Me cuadra la historia porque los presidentes no querían, es una obviedad porque Azcón dijo que si se superaba el cupo o Cataluña tenía alguna singularidad, se negaba a acogerlos.

-De momento, eso último no ha pasado.

-Pero Cataluña se salió de la conferencia.

-Se abstuvo.

-Bueno, se abstuvo, pero no quiere acoger 'menas'.

-Va a estar obligado.

-Quiero decir que Azcón vino a decir que si todas las comunidades no aceptaban, él no aceptaría, y que si se sobrepasaba el cupo, tampoco. Lo he comentado con compañeros de otras comunidades, la idea de los presidentes autonómicos era decir que no, pero al final se vieron obligados por Feijóo. Por eso decimos que Feijóo ha reventado los pactos.

-Pero, por lo que me está diciendo, ni usted ni Vox Aragón tienen esa información directa.

-No puedo decir quién me lo ha dicho, pero son fuentes del partido nacional que han hablado con ellos. Si además lo dijo Azcón, claramente.

-Los datos facilitados por el Ejecutivo del que hasta este viernes formaban parte, contando los migrantes que llegan hasta los 23 años, apenas sobrepasan los 200. Estamos hablando de una comunidad de más de un millón de habitantes, bastante despoblada. ¿Realmente supone una amenaza tan grande que lleguen 20 niños más?

-Habría que ver si son menores, porque la última vez que les hicimos las pruebas salió que más del 90% eran mayores de edad, algunos muy mayores de edad. En cuanto al tema de la población, es como decir que si alguien vende pasteles, pues oye, rompe el cristal y llévatelos. Total, como no se venden tantos... Para que no se vendan, que los roben. Pues esto es lo mismo. Si en lugar de aplicar políticas de natalidad o que vengan inmigrantes legales, decimos que mejor vengan ilegales... No me parece una forma de luchar contra la despoblación.

-De regreso a la decisión de abandonar la DGA. ¿Usted estaba de acuerdo con Abascal?

-Sí. La inmigración ilegal y la inmigración, en general, son los temas del futuro. Tendremos que hacer frente a muchos retos, como la inmigración islámica. Otro reto será hacer frente a la inmigración ilegal, y hemos dicho mil veces que queremos deportaciones masivas y un bloque naval. No tenemos una capacidad infinita de acogimiento. Entiendo que hay mucha gente que lo pasa mal, pero es que me da igual que vengan de Marruecos o de Canadá.

-De Ucrania llegaron miles.

-Sí, pero esos venían de una guerra, que es una cosa muy distinta. Esto es un tema de seguridad nacional.

-Los refugiados de Siria también venían de una guerra y la interpretación no fue la misma.

-El caso de Siria es distinto, porque ahí había un problema con el Estado Islámico y había un riesgo grave de que hubiese yihadistas entre los refugiados.

-El Comité Ejecutivo Nacional de este jueves se alargó hora y media más de lo previsto, lo que hace pensar que no todo el mundo pensaba igual que Abascal. ¿Cuál fue su postura? ¿Reivindicó su gestión en el Ejecutivo aragonés para, quizá, poner en valor que esta decisión debía tomarse en frío?

-A ver, yo no puedo hablar de eso porque las deliberaciones del comité son secretas, entonces, no puedo decir mucho más. Lo que sí puedo decirle es que se debatió, evidentemente, y cada uno expuso sus puntos de vista en libertad. Al final, lo que cuenta es que la decisión que se tomó fue unánime.

-En cualquier caso, no todo el mundo la ha aceptado. En Extremadura ha habido un caso, y aquí Samper no tenía nada claro el dimitir.

-No he podido hablar con el consejero Samper, porque cuando lo he llamado estaba en una videoconferencia y cuando me ha devuelto la llamada no he podido atenderle. Imagino que luego hablaremos. Pero jamás me ha dicho que no iba a dimitir ni nada de eso. En el caso que comentas de Extremadura, Ignacio Higuero (el consejero que se ha rebelado) no pertenece a la ejecutiva nacional y no estuvo, pero si el partido toma una decisión hay que acatarla, porque es la que hemos tomado. Aunque cada uno puede tener sus ideas, claro, pasa en todos los partidos.

-Este último punto, cuando ha pasado precisamente en otros partidos aquí en Aragón, como el caso del PSOE de Lambán y Ferraz, cuando no se aceptaba alguna directriz de Pedro Sánchez, ciertos sectores lo ensalzaban como una "valentía".

-Bueno, lo de Lambán, depende de lo que fuera. Lo que quiero decir es que esto era más fácil que eso. O sea, nosotros le dijmos a Feijóo que esto iba en serio. Lo importante es tener principios en esta vida, si no empieza una degradación moral terrible, y deja de distinguirse el bien y el mal.

-En la reestructuración del Gobierno, se elimina su consejería y sus competencias se distribuyen y se ha nombrado a un nuevo consejero de Agricultura (Javier Rincón), pero también ha habido otros cambios importantes. ¿Le ha sorprendido?

-Es muy parecida, solo ha habido algún pequeño cambio del que desconozco sus motivos. En cuanto a Javier Rincón, lo conozco porque era secretario general de Hacienda y me parece un tío válido y simpático. Al final, el puesto que tenía es muy difícil y creo que lo hará bien, aunque se va a encontrar muchas cosas hechas. En dos semanas pensábamos anunciar las ayudas directas.

-Al presidente Azcón le han preguntado si se sentía aliviado y ha dicho que estaba ilusionado. En estos meses, ha protagonizado polémicas como cuando rompió el folleto del Ramadán o cuando sucedió el episodio con el ministro Bolaños, hechos que se le reprocharon desde el propio Ejecutivo. ¿Cree que Azcón puede tener la sensación de haberse quitado, perdón por la expresión, un peso de encima?

-Los que estamos más aliviados somos nosotros, porque ahora tenemos plena libertad para poder hacer valer los votos de Vox. Ahora podemos votar lo que queramos, porque seguimos siendo necesarios, salvo que el PP quiera seguir a Feijóo también en Aragón y vote todo a favor con el PSOE y la extrema izquierda, en cuyo caso tampoco nos sorprendería, escuchando declaraciones como las de María Guardiola (presidenta popular de Extremadura).

-Es decir, que considera que ahora tienen más poder de influencia que cuando estaban dentro del gobierno.

-Sí.

-Este viernes no ha descartado apoyar medidas.

-Apoyaremos lo que nos parezca bien. Si no, no.

-Entonces, si el día de mañana Azcón presenta unos presupuestos con los que no están de acuerdo...

-Votaremos en contra.

-¿Aunque pudiese significar un adelanto electoral?

-Sí. Vamos a votar los presupuestos que, primero, sean buenos para Aragón y, segundo, que estén en la línea de Vox.

-Otro de los nombres propios ahora es el de Marta Fernández, presidenta de las Cortes. ¿Va a seguir siéndolo?

-No hemos hablado sobre ello, porque el parlamento es una cosa y, el gobierno, otra. Aquí hablamos de un incumplimiento del pacto de gobierno. No hemos planteado nada todavía porque son dos temas distintos.

-Por tanto, ¿está descartado que renuncie?

-Hombre, descartado en la vida no hay nada. Pero, de verdad, no se ha tocado ese tema, ni siquiera lo tenemos pensado.

-¿Cuánto de las políticas de estos once meses diría que han tenido influencia ideológica de Vox?

-Para tener un 20% de los consejeros, si lo extrapolamos en porcentajes, igual un 30% o un 40%.

-¿Ha sido superior la influencia de Vox a su capacidad ejecutiva en Aragón?

-Sí, sí. Completamente. Hasta que llama Feijóo.

-Está apuntando a Feijóo en la entrevista constantemente.

-Feijóo vino de Galicia a ser presidente de España, y lo que le importa solo es él. Entonces, le da igual romper los pactos autonómicos.

-¿Y le ha decepcionado Azcón?

-No. Al final, hay una disciplina de partido y tiene que cumplirla. No, no, para nada. Igual que, si le pregunta a él, no creo que le diga que yo le he decepcionado. Cada uno tiene sus ideas, el problema es que la gente pensaba que Vox es el coche escoba del PP, y la gente puede ver ahora que no.

-Pero lo que ha dinamitado todo, el famoso reparto de los 347 menores migrantes de Canarias, no era nada nuevo. El año pasado llegaron 16 de los 24 que se acordaron, y desde agosto estaban en el Gobierno. ¿Por qué dan el paso ahora? Hay quien cree que otros asuntos, como la aparición de Alvise, ha hecho que marquen postura como el gran partido antiinmigración en España.

-En primer lugar, nosotros creemos que somos el partido que mejor representaríamos a los votantes de Alvise, siempre lo hemos dicho. En cuanto a lo otro, es cierto que pasó hace unos meses, se convocó una comisión de seguimiento del pacto y se acordó que no se iba a facilitar la entrada de ningún ilegal más. Y, cuando parece que los barones autonómicos lo van a hacer, llega Feijóo y los llama a todos. Ha sido él quien ha querido un choque directo con nosotros.

-Por concluir. ¿Qué balance hace de estos once meses en el Gobierno de Aragón? ¿Cree que Azcón puede echar atrás leyes aprobadas con una mayor carga ideológica, como la derogación de la memoria democrática?

-Bueno, eso tendría que pasar por las Cortes y, al final, necesitan nuestros votos. No sé si puede llegar a pasar, no puedo hablar por el PP, que cada día me sorprende. En cuanto al balance, es positivo. Personalmente, he aprendido muchísimo, he dado un máster acelerado en política, en comunicación, en dirección de equipos... He conocido gente muy buena y muy trabajadora, y me voy con la cabeza muy alta. Por ejemplo, este viernes he firmado cinco líneas del fondo de cohesión. Me hubiese gustado hacer más cosas, porque el que llegue ahora se va a encontrar muchas cosas ya hechas, y teníamos proyectos muy interesantes para el próximo año, que espero hacer cuando volvamos al Gobierno, aunque espero que con Vox como primeros y el PP como segundos.

-¿Y descarta volver a un Gobierno liderado por el PP?

-Si el PP cambia y cumple con los pactos, ¿por qué no volver a gobernar juntos? No se puede descartar nada, pero ellos ya saben que somos unos socios que, cuando no se cumple, nos vamos.

-¿Cuál va a ser su futuro?

-No lo sé. Estoy muy bien aquí, luchando por Aragón y por Teruel y haciendo las cosas que creo que debo hacer. A corto plazo, lo lógico es volver a las Cortes, no sé si como diputado raso o como portavoz, porque hay que recordar que el portavoz ahora es Santiago Morón. Pero si el partido quiere que lo sea yo, lo seré.

-En otro orden de cosas, dejando de lado lo que ha sucedido en Aragón, acaban de entrar en un grupo político en la Unión Europea liderado por Viktor Orbán (presidente ultra de Hungría), un político cercano a Putin. ¿Se sienten cómodos en esa posición?

-Nosotros no estamos de acuerdo al 100% con el resto de partidos. Ni con Le Pen, ni con Orbán. Estamos ahí por lo que nos une, que es la política de fronteras seguras, el 'no' a la Agenda 2030 y al ecologismo 'woke'... Nos preocupa que los Estados sean soberanos y puedan decidir su propio futuro, y que las imposiciones de Bruselas no sean imposiciones, sino un consenso entre los pueblos de Europa.

-Pero la UE está teniendo un papel clave en el apoyo a Ucrania, y eso se va a tener que votar.

-Como le digo, nos vamos a centrar en las cosas en las que estamos de acuerdo. Cada partido, luego, es diferente. No sé si Orbán es prorruso, pero si así fuera, nosotros tenemos nuestra posición como partido, que es que, evidentemente, nos parecen mal todas las guerras. Pero no soy un analista internacional o geopolítico.

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