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Consensos para el catalanismo del futuro

Catalunya necesita nuevos consensos básicos para superar la desconfianza que ha generado el 'procés'

catalanismo caratula

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La Diada de este año tiene una significación especial. Es la primera fiesta nacional de Catalunya en tres lustros con un presidente, Salvador Illa, elegido por una mayoría que no se ha conformado con el objetivo de conseguir el bienestar de los ciudadanos a través de la independencia sino de la mejora de los servicios públicos. La mayoría parlamentaria que lo sustenta, formada por Esquerra y Comuns, ha puesto el acento en la mejora del sistema de financiación y la cohesión social, a través de la vivienda y la educación. Es una mayoría frágil, porque no incluyó un pacto de gobierno ni mucho menos una coalición. Illa y el Gobierno que ha formado deberán ganar las votaciones una a una, con apoyos de los grupos que votaron al presidente o con otros, como los del principal partido de la oposición, Junts. La voluntad del president es pasar página del llamado 'procés', pero para ello deberá generar nuevos consensos en el Parlament y en la sociedad catalana, porque el independentismo sigue ahí, más desanimado que desarbolado, por el momento. La dinámica de esta legislatura no se definirá plenamente hasta finales de otoño, cuando cuatro partidos (Junts, Esquerra, Comuns y la CUP) finalicen sus procesos congresuales. De ahí se verá qué mayorías son viables tanto en el Parlament como en el Congreso de los Diputados. Y eso establecerá el margen que tiene Illa al frente del PSC para pasar página en la dirección que propone. 

En este contexto, desde EL PERIÓDICO pensamos que Catalunya necesita forjar nuevos consensos que sustenten el rumbo del país a partir de un mínimo denominador común que compartan los partidos con posibilidades de Gobierno, la sociedad civil, las empresas, los sindicatos y el mundo académico. No se trata de implantar ninguna suerte de pensamiento único, sino de unas mínimas bases indiscutidas que garanticen la cohesión social, la convivencia y el progreso. Ese papel lo ha jugado desde hace un siglo el «catalanismo», del que se sienten herederos una parte sustancial de los partidos del Parlament y del que han bebido instituciones económicas y sociales a lo largo de estos años. El catalanismo se ha sustentado sobre los acuerdos en cuatro pilares de Catalunya: el autogobierno, la lengua, la educación y las infraestructuras. El 'procés' supuso un terremoto en esos consensos básicos, porque algunos partidos los han considerado superados y otros han recelado de la sinceridad de los que habían formado parte de esos acuerdos. El intento fallido de conseguir una independencia que se ha demostrado inviable ha minado las bases de esos consensos básicos de la sociedad catalana. Pero, además, el catalanismo nunca había tenido la oportunidad de gobernar las instituciones durante 45 años sin interrupción. Una y otra dinámica nos llevan a plantear un debate abierto al conjunto de la sociedad sobre cuáles tienen que ser las bases del catalanismo del futuro y qué presupuestos hay que debatir y cambiar, tanto porque su aplicación los ha demostrado como incorrectos como porque el contexto español y europeo ha cambiado, un siglo después. Este debate lo vamos a iniciar de la mano de un grupo de expertos que nos van a aportar su balance de 45 años, su diagnóstico y los retos de futuro. Iniciamos este ciclo con el tema de las infraestructuras, de la mano de Ricard Font y Xavier Flores.