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Arnau Boixaderas

Arnau Boixaderas

Presidente de Àgora Jove Relacions Laborals de Catalunya

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La generación Z y las relaciones laborales

Son necesarias más políticas fiscales y tributarias a favor del empresario y, a la vez, hay que mejorar las condiciones adjuntas laborales de los empleados

Los jóvenes optan por la movilidad laboral: "Estar siempre en la misma empresa es perder el tiempo": los jóvenes optan por la movilidad laboral

Jóvenes empleados en una oficina, en Barcelona.

Jóvenes empleados en una oficina, en Barcelona. / Joan Cortadellas

La situación laboral de los jóvenes a nivel nacional es critica. Siempre ha habido un problema endémico para la gestión eficiente de la empleabilidad y, muy en particular, en la creación de ocupaciones cualificadas. No descubro la sopa de ajo. Por ejemplo, los informes no ayudan y confirman que en Catalunya, solo en términos generales, la tasa de paro es mucho más elevada que entre las personas de más de 29 años y, por supuesto, también respecto de la tasa global, según l'Observatori Català de la Joventut. El mismo informe comenta, en relación a la tasa de cobertura, que la proporción de jóvenes parados que se benefician de prestaciones por desocupación es del 14,5%, muy superior a la del trimestre anterior (9,1%). La incógnita es si esto irá fluctuando del mismo modo o irá a más durante los años 2025, 2026 y 2027.

Por lo tanto, la problemática no radica tanto en el trabajo –que más o menos está– sino, tal y como indican los datos, en la carencia de trabajo estable y estructural –la lacra de la temporalidad contractual, de la que todo el mundo habla– que obliga literalmente a malvivir a las personas que ahora, con cuentagotas, por edad y generación, les toca incorporarse al mercado del trabajo y que no saben si mañana tendrán que ir al trabajo o, peor todavía, si encontrarán, a pesar de estar cualificados. No es hábil conformar una sociedad mediante el abuso del acceso a los subsidios. Solo hay que ver el Salario Mínimo Interprofesional actual: 15.856 euros anuales, que acumula un crecimiento del 54% respecto de 2018, no soluciona –ni mucho menos– las necesidades vitales de las personas jóvenes que sueñan con emanciparse y crear su propio proyecto vital, dado que el IPC (que en la actualidad está en un 3,4%, por encima del dato de la Eurozona) y otros factores socio-económicos, hoy por hoy, no se lo permiten.

De forma que un arquetipo basado en la supervivencia fiscal para las empresas –es bastante relevante observar el incremento trimestral de las prestaciones por desocupación– y las pocas oportunidades que pueden ofrecer las mismas corporaciones hacen que, en conjunto, sea un cóctel molotov para atraer –por autopista– el fracaso en mayúsculas.

De aquí la gran importancia del blindaje de las organizaciones empresariales y las relaciones laborales que tendrían que convertirse, sin ningún tipo de duda, en asuntos de Estado –pero siempre desde un prisma ópticamente responsable e independiente de los colores políticos–, hecho que permita establecer márgenes reales que sean previsibles para la gestión eficiente de las mejoras en las políticas activas de ocupación del presente y del futuro –lejos de confrontaciones– que, evidentemente, no se fundamenten en clave de subsistencia –como se ha hecho hasta ahora–, sino en una amplificación de todas aquellas plusvalías a favor del empresariado, que es quien crea los puestos de trabajo, para mejorar la cadena de valor en cuanto a la oferta y la demanda. Esto quiere decir más políticas fiscales y tributarias, en general, a favor del empresario y, a la vez, por el mismo camino, mejorar las condiciones adjuntas laborales de los empleados.

No hay que olvidar que las relaciones laborales sostenibles en el tiempo son aquellas que representan en la ecuación los valores de la ética, la legalidad y la fiscalidad justa, para hacer que el talento joven y el 'know-how' no se acaben marchando al extranjero. La fuga de talento es un desafío global. Solo la desaceleración económica se evalúa, en pérdidas, en casi unos 155 millones de euros, dato que representa un 40% más que en 2019, de conformidad con lo que expresa uno de los últimos estudios en España de la consultora de gestión de capital humano Sinergy.

Habrá que ver si el nuevo Departament d'Empresa i Treball de la Generalitat de Catalunya y de la mano del acuerdo de Gobierno 242/2023, de 23 de noviembre, que encargó al Departament d'Economia i Hisenda la famosa propuesta de financiación singular para Catalunya, en la práctica se preocupa sobre esta cuestión e, igualmente, invierte de manera evidente en revertir la lacra de la temporalidad de los contratos laborales de los jóvenes.

Desde el Àgora Jove Relacions Laborals de Catalunya, entidad privada que defiende los intereses laborales de los profesionales jóvenes, somos optimistas y estamos convencidos que los consensos entre patronales, sindicatos y gobiernos tienen que hacer posibles grandes reformas importantes para estos próximos años, con una clara vocación de mejorar la proyección económica de los jóvenes en el país. Mientras tanto, nosotros, seguiremos apostando por un futuro un poco mejor.