Boye en Cadaqués y Llarena en Comarruga

Tres días antes de la fugaz aparición de Puigdemont en Barcelona, su abogado, Gonzalo Boye, fue visto comiendo en Cadaqués. Setenta y dos horas después del ridículo de los mossos y de la misteriosa huida del president, el juez Pablo Llarena comía tranquilamente en un conocido restaurante en la playa de Comarruga. Uno en la Costa Brava y otro en la Costa Daurada. Ni en eso tienen gustos parecidos. Llarena, entre redactar órdenes de detención y exigir informes de lo sucedido, también ha pasado unos días en la Cerdanya. Esta vez, eligió uno de los restaurantes con mejor materia prima de Puigcerdà. Boye, por su parte, en los últimos años se ha dejado ver en diversas ocasiones por la popular población del Empordà. En la última coincidió con el presidente del grupo parlamentario de Junts, Albert Batet. Otro habitual de la zona es el expolítico Quim Forn.

Lo que se ha echado de menos este verano son aquellos videos de Pilar Rahola mostrando su piscina repleta de líderes independentistas o el de aquella malinterpretada paella que todavía colea. Bueno, es cierto que publicó hace unos días un ‘reel’ donde se la veía cenando con el estimado actor Joan Pera en la playa de Perafet, pero, claro, no tuvo ni la repercusión ni ese morbo político que tanto le gusta a Rahola.

De cualquier manera, Cadaqués es punto de encuentro de todo tipo de famosos y personalidades con pensamientos distintos. Sin ir más lejos, el que fuera declarado ‘empresario ejemplar’ en tiempos de Jordi Pujol, me refiero a Javier de la Rosa, es el principal cliente del único vendedor del cupón de la ONCE. "Viene cada día", me comentó el camarero de un bar situado justo enfrente y que ya le servía en aquellos tiempos de abundancia y de donaciones para pintar la iglesia de Santa Maria.

Cantantes y actores

El cantante Ramón Mirabet también ha pasado unos días en casa del productor Quique Camín, pero la aparición más sonada del verano ha sido la de la cantante y compositora catalana Bad Gyal. Comió con discreción y en pareja varios días en el Xiringuito de la Sal. Por la noche no se perdió los fantásticos cócteles de Manel Vehí en el mítico Bar Boia. Pese a tratarse de una Top mundial y con premios internacionales, la hija del actor Eduard Farelo se mostró muy cariñosa y cercana con todos los fans que la reconocían.

En el Xiringuito, dicho sea de paso, se montó una buena fiesta la noche. Su responsable, Joan Borràs ejerció de Dj junto a su hermano, el actor de moda y también premiado Marcel Borràs. Por cierto, su próximo papel será el de Joan Manuel Serrat en una serie que prepara Movistar Plus+ sobre Massiel y la polémica con el cantautor en Eurovisión de 1968.

Otro cantante que ha hecho un visto y no visto en Cadaqués es Joan Dausá. Siempre que sus compromisos se lo permiten, viene a pasar unas horas con su buen amigo, Rafel Martín Faixò. Dausà, que es muy culé, actuará este octubre en Madrid el mismo fin de semana que se disputa el ‘Clásico’. Seguro que será un éxito, pues las localidades del Palacio de Vistalegre ya están prácticamente todas vendidas. Respecto al Barça, habrá que ver como estará dentro de un par de meses…

De Barça y Juegos Olímpicos

Escuchando a Víctor Font y a Joan Camprubí Montal, dos socios del Barça que ya trabajan a fondo para encabezar cada uno una candidatura en las próximas elecciones, la cosa no pinta bien. O sea, que pinta muy mal. Pues sí, los dos también han pasado este verano por Cadaqués. Camprubí estuvo unos días en casa de su compañero de posible junta directiva, Carlos Galofré, mientras que Font es recibido cada año por su inseparable amigo de Granollers, el reconocido empresario y filántropo Jordi Barceló.

Vinculado al deporte, pero no al Barça, ha pasado este año menos días de vacaciones en su segunda residencia el actual vicepresidente del Comité Olímpico Internacional, Juan Antonio Samaranch. Fue acabar los exitosos Juegos de París y trasladarse a Cadaqués. Samaranch, que, siguiendo los pasos de su padre, podría ser el próximo presidente del COI, tras la renuncia a volver a presentarse el actual presidente, Thomas Bach, suele correr unos diez kilómetros diarios por las calles de esta localidad. Pues eso, que se acabó agosto. Todos a Barcelona.

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