![Albert Sáez](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/22ec0777-a640-490d-a264-6314f37ded5a_source-aspect-ratio_default_0.jpg)
Director de EL PERIÓDICO
![Albert Sáez](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/22ec0777-a640-490d-a264-6314f37ded5a_source-aspect-ratio_default_0.jpg)
Albert Sáez
Director de EL PERIÓDICO
Soy periodista. Ahora en EL PERIÓDICO. También doy clases en la Facultat de Comunicació Blanquerna de la Universitat Ramon Llull.
El 'procés' ni fue un suflé ni una revolución de las sonrisas
![Carles Puigdemont con Jordi Turull y Gonzalo Boye](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/d266d794-6248-42e3-a9e9-98185bb33e08_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg)
Carles Puigdemont con Jordi Turull y Gonzalo Boye
Se debate estos días con intensidad sobre el fin del llamado 'procés'. La expresión la acuñó el que fue conseller de la Presidència de Artur Mas, Francesc Homs, al que la historia no ha pasado factura del embrollo conceptual que organizó para intentar hacer de escudero de su jefe sin estar a la altura. Puesto en marcha como concepto político, acabó siendo un modo de vida. Procesistas y antiprocesistas coparon listas electorales, asociaciones, campaña millonarias, minutas de abogados y tertulias retroalimentándose para que la excepcionalidad se convirtiera en regla y, sobre todo, para que la fiesta no acabara nunca.
Los dos grandes marcos de interpretación sobre lo se escondía detrás del procés han resultado inadecuados. No ha sido un suflé, un calentón de pujolistas que decidieron trasladar su nacionalismo romántico al dia a día de entre semana. Tampoco ha sido la revolución de las sonrisas. Sin caer en la exageración de considerarlo una rebelión, se han tensado las costuras de la legalidad y el Estado no se ha quedado quieto.
El procés ha sido una mala respuesta a algunos problemas reales, básicamente generados por la falta de liderazgo político y de instrumentos institucionales para hacer frente al paso de 6 a 8 millones de habitantes, el equilibro de poderes tras la sentencia del Tribunal Constitucional sobre un Estatut refrendado y el hundimiento de la clase media. Catalunya quedó desencajada y algunos prefirieron sacar rédito del desconcierto antes que responsabilizarse de su participación en el desastre. Mientras, la opinión publicada en España identificó cualquier empatía con esos problemas como una rendición intelectual con las soluciones extralegales. El grito desesperado de Puigdemont en el Arc del Triomf, “seguimos aquí”, es la mejor constatación de que resulta imposible seguir fingiendo que la exepcionalidad es alguna cosa más que su propia situación. Pero que nadie olvide que no sirve de nada sepultar los problemas porque si no se solucionan, vuelven.
Suscríbete para seguir leyendo
- Reino Unido deniega el pasaporte a una niña de 6 años: el problema de tener el nombre de un personaje de 'Juego de Tronos
- Última hora y reacciones al pacto PSC- ERC, hoy en directo: Illa explica su plan a la ejecutiva del PSC tras el 'sí' de las bases de ERC
- Capturan a una cría de caimán en el río Besòs, en Santa Coloma
- La gripe del teflón: alarma por el aumento de casos
- El estrés crónico cambia el efecto de las vacaciones en nuestro cuerpo: ya no enfermamos al descansar
- La función oculta del microondas que cada vez hace más gente
- El Mundo Today | Los bomberos de Barcelona rescatan a un niño que estaba sepultado bajo seis toneladas de crema solar
- Sillas, bicicletas y piscinas: el Ayuntamiento de Badalona 'limpia' de las calles de Sant Roc 2.500 kilos de objetos