La responsabilidad de Illa

Manteniendo un absoluto respeto por la peripecia personal de Carles Puigdemont, el protagonista del día es Salvador Illa que tiene ante sí la responsabilidad de asumir la presidencia de la Generalitat. En primer lugar en nombre de cientos de miles de votantes que se mantuvieron fieles al PSC frente a los cantos de sirena de Ciudadanos y del soberanismo. En segundo lugar, en nombre de quienes sin ser socialistas, e incluso recelando de su partido, le han dado la confianza tanto en estas elecciones como en las anteriores porque consideran que su investidura es un cambio de ciclo. Y en tercer lugar, con los que a partir de ahora serán sus socios, no de gobierno pero sí de investidura y que se han alejado del independentismo mágico para buscar fórmulas de mejora de vida de los catalanes sin entrar en más cuestiones. A todos ellos debe responder Illa con su discurso de investidura y con sus primeras medidas de gobierno.

Si Illa ha llegado hasta aquí es que porque desde el año 2019 cuenta con la complicidad de Pedro Sánchez. Pocas personas tienen hoy un nivel de confianza del presidente del Gobierno como el que tiene Illa. Solo ellos saben que cosas de las que han hecho son idea del uno o del otro. Pero Illa tiene que saber ahora modular esa confianza. Y Sánchez debe entenderlo. Uno y otro tienen que tener siempre presente aquella frase de José Montilla dirigida a Rodríguez Zapatero: “José Luis te queremos mucho, pero queremos más a Catalunya”. Los catalanes, independentistas o no, tienen derecho a tener un presidente que defienda sus intereses como García Page defiende los de Castilla- La Mancha, Barón los de Asturias o Moreno Bonilla los de Andalucía. El truco de la prensa madrileña de acusar de “independentista” a cualquiera que defienda los intereses de Catalunya no debería servir en este caso. Illa cuenta con suficiente valor para hacerlo y es su responsabilidad hacerlo. Nada será más duro que la pandemia que sufrió. 

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