Opinión | Apunte

Rafael Vilasanjuan

Mas allá de Gaza

Palestinos se desplazan por la Franja de Gaza ante los ataques de Israel.

Palestinos se desplazan por la Franja de Gaza ante los ataques de Israel. / Europa Press/Rizek Abdeljawad

Evitar que el conflicto en Gaza se extienda a todo Oriente Medio, por extraño que parezca, más allá de la masacre en palestina, esta era la principal condición con la que EE.UU. marcó límites a Israel. Pero el ataque para arrasar la franja comienza a apuntar a otros horizontes con el riesgo de transformarse en un conflicto que afecte a toda la región. Se ha sido blando con Netanyahu y ahora crecido incluso contra sus críticos entre la ciudadanía judía, se atreve a extender su guerra hacia el sur del Líbano, donde las milicias de Hezbollah atacan, y asesinando en Irán a Ismail Haniyeh, el líder político y cabeza visible de Hamas, - el jefe de los negociadores palestinos- cuando acudía en Teherán a la toma de posesión de su recién elegido presidente. Una humillación a la Guardia Revolucionaria iraní que tenía la misión de proteger a los líderes desplazados y que la inteligencia israelí se cobró con la muerte más anunciada. Si la relación con el país de los ayatolás siempre ha sido tensa, el ataque a Hezbollah en el Líbano abre la puerta a un horizonte que nadie quería ver. La combinación de estos dos frentes nos devuelve al abismo de una guerra regional. A falta de un acuerdo que enfríe el conflicto ninguno de los actores principales va a querer salir perdiendo y eso, que aplica a Israel, aplica también a Irán.

Los acontecimientos no apuntan al alto el fuego que desde Washington se lleva trabajando con recelo, más bien al contrario, a la espera de la respuesta de Irán, corren aires de guerra en Líbano. En vez de cortar el grifo de las armas a Netanyahu, cuya táctica de avanzar no anuncia un horizonte en paz, el ejército americano desplaza más naves y cazas en prevención de una escalada. Irán, que hasta ahora ha amenazado a través de las numerosas milicias a las que apoya en el Líbano, Gaza, Irak o Yemen, tiene ganas. El polvorín no necesita más mecha. Solo cabe esperar que los últimos días de Joe Biden en la Casa Blanca den un último impulso para que un alto el fuego en Gaza evite llevar la guerra más allá.

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