Opinión |
Ágora
Guillem Costa Calsamiglia

Guillem Costa Calsamiglia

Decano del Col·legi d’Arquitectes de Catalunya

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La arquitectura catalana, hoy

Las y los arquitectos de hoy están comprometidos con el desarrollo de proyectos que minimicen el impacto ambiental, optimicen los recursos energéticos y fomenten el uso de materiales locales, contribuyendo así a la economía circular y a la reducción de la huella de carbono

Un patio eficiente diseñado por el Impsol.

Un patio eficiente diseñado por el Impsol.

La arquitectura catalana ha obtenido un gran reconocimiento en los premios del Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España, evidenciando el magnífico momento que atraviesa. Este éxito destaca el buen trabajo y el talento de unos profesionales que están redefiniendo y poniendo al día la arquitectura contemporánea. Los galardonados de esta edición han sido Peris+Toral (Marta Peris y Jose Toral), Vivas Arquitectos (Cesar Vivas y Cristian Vivas), Pere Joan Ravetllat con Carles Enrich, Maio Architecs (Maria Charneco, Alfredo Lérida, Guillermo López y Anna Puigjaner) y EMBT Architects (Benedetta Tagliabue), estos últimos con el premio por un edificio en uso desde hace unos años. Además, la Medalla de Oro del CSCAE fue otorgada, muy merecidamente, a Josep Llinàs por su trayectoria profesional.

La arquitectura catalana vive un momento especialmente dulce. Hay muchos estudios de arquitectos que, con una formación sólida y con grandes dosis de creatividad, están proyectando los espacios del presente y del futuro, tanto públicos como privados. Estos estudios impulsan la transformación del entorno urbano con propuestas que combinan funcionalidad, sostenibilidad y estética, respetando la identidad cultural del lugar y respondiendo al mismo tiempo en el programa funcional y a las necesidades actuales de la sociedad.

Las y los arquitectos de hoy están comprometidos con el desarrollo de proyectos que minimicen el impacto ambiental, optimicen los recursos energéticos y fomenten el uso de materiales locales, contribuyendo así a la economía circular y a la reducción de la huella de carbono. Además, están implementando las nuevas tecnologías en sus proyectos, como sistemas de energía renovable, técnicas de construcción ecológica y soluciones de diseño bioclimático para hacer que sus edificaciones sean adaptables y sostenibles a largo plazo. Hoy en día, es imprescindible tener en cuenta los costes que suponen todo el ciclo de vida del edificio (construcción-mantenimiento-escombro) y su formación multidisciplinaria les permite abordar los proyectos, desde los más grandes a los más pequeños, con una perspectiva holística y con una gran capacidad de trabajar en equipo con otras profesiones y especialistas.

Pensar antes, hacer un buen proyecto, es clave para conseguir un buen resultado, un buen edificio, un buen espacio público.

Las administraciones públicas, como el IMPSOL (Institut Metropolità de Promoció de Sòl i Gestió Patrimonial) promotor del proyecto con el máximo galardón de este año, el IMHAB (Institut Municipal de la Vivenda i Rehabilitació de Barcelona), el INCASOL (Institut Català del Sòl) y BIMSA (Barcelona de Infraestructuras Municipales S.A.), entre otros muchos de ámbito municipal, están haciendo un esfuerzo muy grande. Estas entidades promueven proyectos de desarrollo urbano que integran la innovación arquitectónica y que buscan favorecer la calidad de vida de los ciudadanos. Así, están trabajando en la construcción de viviendas asequibles, en la rehabilitación de viviendas, en la creación de nuevos espacios verdes, en la mejora de las infraestructuras urbanas... Queda todavía mucho trabajo para hacer y se tienen que dedicar más recursos económicos, pero se están haciendo pasos adelante importantes. Y no solo es trabajo de la administración pública; los agentes privados también están trabajando en la misma línea.

Así, queremos felicitar a los arquitectos que han ganado los premios y al mismo tiempo, seguir apoyando y estimulante, el buen trabajo que se está haciendo, con un nivel medio muy notable. Tenemos que tener en cuenta que la calidad de vida depende, en muchos sentidos, de la calidad de los espacios. Este éxito es un reflejo del compromiso y la colaboración entre arquitectas, instituciones y la ciudadanía y nos llena de orgullo ver como la arquitectura catalana se sitúa en vanguardia en el ámbito nacional e internacional.