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Consejos prácticos
Joan Guix

Joan Guix

Medical Anthropology Research Center. URV. Ex secretario de Salut Pública de la Generalitat.

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Prevenir los efectos del calor

El ser humano tolera mal las temperaturas ambientales extremas. Hablamos del calor, que puede tener efectos sobre nuestra salud

Un niño se refresca.

Un niño se refresca. / Agencias

El cuerpo tiene un conjunto de sensores que detectan las grandes variaciones de temperatura. Cuando esto sucede, nuestro organismo reacciona para no sufrir daños en sus órganos vitales. Para hacer esto, con el calor, nuestros vasos sanguíneos se dilatan buscando bajar la temperatura, y, al mismo tiempo, se genera el sudor para que, en contacto con el aire, se evapore eliminando también así el calor. La estrategia consiste en rebajar la temperatura del cuerpo, pero no siempre es suficiente y necesitamos aplicar una serie de conductas que ayuden a nuestro organismo a disminuir el impacto del calor sobre nuestro cuerpo o a ayudar a eliminarlo. Si nuestros mecanismos defensivos fallan, los efectos sobre nuestra salud, como la deshidratación o el golpe de calor, pueden ser fatales

Cuando nuestro entorno presenta unas temperaturas que superan aquello que decimos el “umbral de temperatura máxima de impacto en salud”, y que en Catalunya está entre los 33.6° de la demarcación de Girona y los 37.9 de la de Lleida, nuestra salud se puede ver afectada gravemente, especialmente cuando hablamos de gente mayor, bebés o niños pequeños, enfermos crónicos -especialmente cardiovasculares, neurológicos y psiquiátricos- o personas especialmente vulnerables o sometidas a determinados tratamientos médicos para el corazón y la circulación, diabetes, diuréticos y por el sistema nervioso. Especial atención a los trabajadores y trabajadoras al aire libre o en espacios cerrados o mal ventilados. Su riesgo es muy alto.

¿Qué podemos hacer? Pues ayudar al organismo para que pueda trabajar bien.

Antes de nada debemos evitar al máximo someternos a las altas temperaturas: en casa lo mejor es tener cerradas las persianas, ventanas y balcones durante las horas de insolación y ventilarlo al atardecer, con la mayor frescura, y si podemos, hay que disponer de 'widgets' o electrodomésticos para enfriar el ambiente, como ventiladores o aire acondicionado. Hay que evitar salir a la calle en las horas de máximo calor, es decir, mediodía y primeras horas de la tarde, y reducir todo lo que podamos nuestra actividad física para evitar que nuestro cuerpo todavía genere más calor.

Si hay que salir, habrá que buscar los lugares más frescos y a la sombra, o los espacios climatizados. La mayor parte de las poblaciones catalanas ofrecen varios espacios de refugio climático como bibliotecas y otros equipamientos similares, donde poder disfrutar de mejores temperaturas ambientales. Pongámonos ropa ligera y transpirable para no impedir que el sudor pueda hacer su trabajo de refrigeración en contacto con el aire. Un sombrero o una gorra ayudarán manteniendo más protegido la cabeza. En todo caso, hay que mantener una buena hidratación con abundantes bebidas frescas, aunque no tengamos sed, evitando el alcohol o la cafeína y similares: el agua fresca es la mejor alternativa. La dieta tiene que ser ligera, como las frutas y verduras, y con el mínimo de grasas.

Hay que ayudar al organismo. El cambio climático hace que los veranos sean más largos y cálidos. Hay que prepararnos para evitar los efectos nocivos del calor.

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