Podría ser una gran noticia

La amenaza de Vox al PP de dar “por rotos” los gobiernos de coalición que conforman en cinco comunidades si los populares acogen en esos territorios a los menores migrantes que ahora están apiñados en Canarias y en las ciudades de Ceuta y Melilla, puede ser, de consumarse, una gran noticia. Sería un hecho positivo porque, si se ejecutara el ultimátum, querría decir que el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, se habría sumado a la iniciativa de los gobiernos español y canario para que aquellos menores que han llegado solos y, por tanto, carecen de amparo familiar, se distribuyan por la Península para encontrar un espacio seguro donde residir, estudiar y sentirse protegidos. Eso de por sí sería una bendición no solo humanitaria, también política, porque centraría al PP en una estrategia de migración sensata, evitando los vaivenes a los que acostumbran por falta de claridad en sus posiciones sobre inmigración y por una equivocada táctica de oposición al Gobierno. Errada, porque hay asuntos en los que convienen más los acuerdos que el hostigamiento.

La petición de ayuda más angustiosa la hace Canarias, desbordada en sus capacidades por los 6.000 menores que han llegado a sus costas. Allí, Coalición Canaria gobierna con el PP. También Ceuta, liderada por los populares, pide auxilio. Son, por tanto, sus compañeros los que reclaman solidaridad y no sería comprensible que Feijóo y los presidentes autonómicos del PP se la negaran. Es razonable que reclamen más recursos, como hacen otras comunidades, para acoger en condiciones óptimas a criaturas que están en una situación desesperada. Y no estaría de más que apoyaran también la reforma de la ley de Extranjería para que en el futuro el reparto se haga con agilidad. Ahora, si porque los populares cumplen con su responsabilidad Vox rompe los gobiernos con el PP, la noticia puede ser doblemente buena: Feijóo se liberará de una carga que le lastra, los ultras quedarán marginados en su rincón y los demócratas respirarán aliviados. Habría que animar a Abascal a cumplir con su palabra.

Suscríbete para seguir leyendo