Parece una tontería
Juan Tallón

Juan Tallón

Escritor.

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De repente, facilísimo

Cada vez lidiamos peor con la incertidumbre y la ignorancia. Y, sobre todo, cada vez somos menos capaces de disfrutar de no hacer nada

Youtube: Tutoriales para cualquier cosa

Youtube: Tutoriales para cualquier cosa

De pronto, hay muchísimas cosas que hacer, la vida es relativamente breve, y tú deseas hacer todas las que puedas, claro que sí. Pero no sabes. ¡Cómo vas a saber hacerlo todo! No eres tan genio. Aun así, sigues queriendo. Es el tiempo de las experiencias. Por eso parece haber instrucciones para cualquier cosa: para que los que no saben no tengan que renunciar a hacer lo que sea, y que lo difícil se vuelva, de repente, facilísimo. La eterna batalla del «quiero y no puedo» ha dejado como inapelable vencedor al primero. Ya casi todo está al alcance de la mano.

El poder de atracción de las instrucciones ya lo adivinó Julio Cortázar en 1954, durante su estancia en Roma para traducir los cuentos de Edgar Allan Poe. Un día, durante una salida de placer por la ciudad, se encontró cerrado San Giovanni in Laterano, y en su lugar visitó el palacio de la Scala Santa, cuya escalera era tradición subir de rodillas. Entre las cosas que había a la venta a la entrada, el escritor argentino descubrió un pequeño libro con instrucciones justamente para ascender la Scala Santa. «Tan bien me pareció –dijo– que me di cuenta hasta qué punto estamos huérfanos de buenas instrucciones para hacer cantidad de cosas importantes. Harían falta instrucciones para beber una tacita de café, por ejemplo, o para sentarse en una silla. Son cosas elementales, es decir, profundas, o sea malentendidas».

Escribir instrucciones, grabar tutoriales, reducir, en fin, a sencillo lo complejo, es un género de lo más popular. Cualquier cosa antes que tener que renunciar a un deseo. Es también el tiempo de las aspiraciones personales. No estamos dispuestos a renunciar así como así a las cosas por las que nos sentimos atraídos. En un medio como 'The New York Times', por ejemplo, no hay que esforzarse demasiado para encontrarse con piezas tituladas: Cómo triunfar en internet recortando pezuñas de vaca, Cómo ser menos autocrítica, Cómo disfrutar del Machu Picchu sin sufrir por la altura, Cómo fortalecer los huesos con el ejercicio, Cómo hacer una maleta pequeña para un viaje de dos semanas, Cómo comer sano, sabroso y casero toda la semana, Cómo minimizar la exposición a los microplásticos, Tres pasos para envejecer con exuberancia, Guía para conocer los antidepresivos más comunes, Guía de habilidades sociales útiles para los adultos, Guía para principiantes sobre la caída del cabello masculino, Estrategias de última hora para disfrutar el eclipse solar total, Cómo limpiar tu armario sin abrumarte o Cómo ser un niño para siempre.

«Queremos saber» es una pulsión fortísima. No nos importa lo difícil que se nos presente saber hacer algo. Nadie quiere pasar por ser el tonto que lo ignore. «Yo puedo» es una declaración que nos escuchamos decir ya muy a menudo. Lo cual da pena, porque no saber cómo se hacen un montón de cosas, difíciles y elementales, representó siempre una de las tónicas de la vida. Pero cada vez lidiamos peor con la incertidumbre y la ignorancia. Y, sobre todo, cada vez somos menos capaces de disfrutar de no hacer nada.

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