GÁRGOLAS
Josep Maria Fonalleras
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Un western oscuro y turbio

Los códigos de este género se reproducen en 'Tor' en un lugar cerrado, inhóspito, en el que se desarrollan las pasiones sin una ley tangible que las enmarque

Carles Porta protagoniza 'Tor' en Atresplayer

Carles Porta protagoniza 'Tor' en Atresplayer / Redacción Yotele / Atresplayer

Seguí con mucho interés la conversación entre Albert Om y Carles Porta después de la emisión del último capítulo de 'Tor'. Om dijo que la serie (más que la serie, la visión ampliada de veintisiete años de investigaciones sobre el 'true crime' más famoso de la Catalunya contemporánea) tenía un aire de western, “más allá de los caballos, que también los hay”. Porta le dio la razón y lo hizo con argumentos sólidos, contundentes. Se trata de una frontera "que está lejos de todas partes", donde "la ley llega, pero también es lejana... si es que llega", un país que se te traga y donde te conviertes en un personaje que no has elegido.

Los códigos del western –creados, eso sí, para espacios amplísimos en la búsqueda de nuevos horizontes– se reproducen aquí en un lugar cerrado, inhóspito, en el que se desarrollan las pasiones sin una ley tangible que las enmarque. Pasiones relacionadas con la propiedad y la ganancia, sí, de hecho, impulsos que no tienen freno. Universales. He leído algunos comentarios que acentúan la trascendencia social y el impacto de esta entrega de 3Cat con aportaciones que podríamos llamar marxistas. La crítica Eulàlia Iglesias nos invita a observar la evolución de una "mera economía de subsistencia a una economía extractiva del territorio".

Este detalle (como otros: el análisis de las conductas humanas; la percepción de aquella frontera no como un espacio transitado y de intercambio, sino como una tierra de nadie; la irrupción del narrador como un personaje que habita en la narración más allá del observador) nos aboca a ver 'Tor' desde una perspectiva a través de la cual contemplamos, sin dejar de ser el relato de un crimen, como de la anécdota pasamos a la categoría. En el western, se dinamitan los órdenes morales establecidos o se crean otros nuevos. Casi siempre con la idea implícita de cierta esperanza, de conquistar, de ir hacia adelante. Cuando la historia sucede en un microcosmos recluido, lóbrego (esta mitología pirenaica, por ejemplo), entonces el western se torna oscuro y turbio.

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