Opinión | Apunte

Agustí Sala

Agustí Sala

Redactor jefe de Economía

Catalunya: Hágase la luz

La energía, un elemento esencial para el progreso, está fuera hasta ahora del debate en Catalunya, que consume más electricidad de la que produce

Arranca la planta fotovoltaica de Sant Jordi con una inversión de 13,5 millones de euros

Arranca la planta fotovoltaica de Sant Jordi con una inversión de 13,5 millones de euros / PROSOLIA

Que Catalunya ha quedado muy retrasada en materia de energías renovables es evidente. Y que consume más energía de la que produce, también. El año pasado, la demanda eléctrica ascendió a 44.107,5 megavatios por hora (MWh) y la producción, a 32.258,9. Tiene que importar, por tanto, electricidad de comunidades como Aragón para cubrir el consumo. Uno de los retos de esta legislatura es, sin duda, lograr encajar el sudoku de la financiación autonómica, sea singular o plural.

Pero hay otra asignatura básica, de la que apenas se debate y que es esencial si es que este territorio aspira a seguir siendo una locomotora económica y emprendedora. Para lograrlo tiene que contar con el combustible necesario, es decir, una energía verde y sostenible, con centrales más pequeñas y esparcidas por el territorio, con un modelo que puede rediseñar el mapa industrial.

De ahí que sorprenda que la energía, y, en concreto, al más sostenible y verde, pese a la importancia que tiene, no sea protagonista en el debate político, pese a que es esencial para el progreso. La hoja de ruta oficial prevé el cierre de las nucleares, como han hecho otros países, como Alemania. En Catalunya (Ascó I, Ascó II y Vandellós II) aportan casi el 60% de la electricidad que se produce y la mitad de la que se consume. La eólica apenas llega al 8% de la producción total y la solar fotovoltaica, al 1% por inacción del Govern en más de una década. La pregunta es ¿cómo se cubrirá el apagón previsto en los tres reactores nucleares entre 2030 y 2031?

Después de años sin hacer los deberes, el déficit energético aún será mayor en Catalunya con el cierre de las nucleares dado que no se ha hecho la labor de fomentar las energías renovables. Para hacerse una idea, para suplir los tres reactores atómicos que funcionan en la actualidad, habría que septuplicar la producción eólica actual y multiplicar por 56 la solar. Hay que acelerar la descarbonización sin perder más tiempo y que, por tanto, que se haga la luz sobre un tema que, ¡menudo contrasentido!, se mantiene muy en la oscuridad.