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Albert Sáez

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Director de EL PERIÓDICO

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¿Qué va a cambiar entre hoy y el 25 de agosto?

La presidenta del grupo parlamentario de los Comuns, Jéssica Albiach, reunida con el presidente del Parlament, Josep Rull

La presidenta del grupo parlamentario de los Comuns, Jéssica Albiach, reunida con el presidente del Parlament, Josep Rull / ACN

Sin despeinarse, los líderes políticos catalanes anunciarán a lo largo del día de hoy que la investidura del nuevo presidente de la Generalitat se retrasa hasta finales de agosto presuntamente para darse tiempo para negociar. ¿Necesitan dos meses para realizar los movimientos de este ritual de apareamiento? Nos tratan como a idiotas. Los programas son los que son, los números son los que son y los líderes son los que son. ¿Qué tiene que pasar entre ahora y finales de agosto? Solo vamos a tener verborrea, postureo, idas y venidas. Y a algunos usando los coches oficiales para ganar las batallas internas de su partido. Cualquier ciudadano de a pie puede escribir el guion de estos meses, no hacen falta asesores áulicos pagados a precio de oro. Los que somos firmes partidarios de la política, cuando ocurren estas situaciones nos quedamos sin argumentos contra los Alvise o las Orriols de turno.

No es demagogia, pero todos los implicados saben perfectamente las consecuencias de sus actos. El bloqueo por parte de los Comuns del presupuesto, sumado a otros factores de gestión, nos ha dejado sin suplentes en la sanidad pública este verano. Mientras no haya investidura en Catalunya, no sabremos nada de los presupuestos del Estado del 2025. Los fondos Next Generation van agotando plazos sin cerrar convocatorias. Nadie ordena el turismo para que deje de impactar negativamente en las clases medias. Los pisos sociales que se deben construir en el área metropolitana se retrasan. Y mientras, alguien juega a deshojar una margarita que se podría deshojar esta misma tarde con los mismos resultados, en un sentido o en otro, que lo hará el 25 agosto. 

Los plazos previstos en nuestro ordenamiento jurídico para la negociación de las investiduras son propios de la época de las diligencias, cuando se tardaba tres días en atravesar Catalunya. En la era de la política on line, estos dos meses son insoportables. Y todos lo saben aunque, cínicamente, lo silencien. Pero lo sabemos todos. 

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