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Albert Sáez

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Director de EL PERIÓDICO

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El toque de alerta de Griffiths

Wayne Griffiths, presidente de Seat.

Wayne Griffiths, presidente de Seat. / ANFAC

Conozco pocos dirigentes empresariales que defiendan sus proyectos con el empuje que lo hace Wayne Griffiths, líder de Seat y Cupra, y presidente hasta ayer de la patronal de la industria del automóvil en España, Anfac. Dimitió cansado de la falta de compromiso del gobierno de España con la electromovilidad. Este año se están matriculando menos vehículos eléctricos e híbridos enchufables que el año pasado, menos del 10% del total. La industria ha hecho su trabajo. El grupo Volkswagen, por ejemplo, tiene comprometidas inversiones por un total de 10.000 millones de euros. Y otros grupos han hecho lo mismo a través del Perte del automóvil. Pero las ayudas no han llegado a todos. Ford, por ejemplo, ha anunciado un erte masivo en su fábrica de Almussafes. El problema que denuncia Griffiths con su dimisión es que ni el Gobierno ni el resto de las instituciones se han comprometido con la extensión de la red de recarga ni las ayudas a los compradores llegan con fluidez. Atravesar España en un vehículo eléctrico es una aventura imposible y gestionar una ayuda del plan Moves es directamente impracticable con un aplicativo anterior al sistema Windows. No es ningún bulo de la fachoesfera ni producto del fango. Es la realidad sobre la que cabalga el discurso populista, sea el de Alvise Pérez o el de los ecologistas más recalcitrantes

Un veterano periodista barcelonés decía que cuando la Seat estornuda, Catalunya se constipa. La salida de Griffiths no es una anécdota ni un calentón. Es una consecuencia de la situación que vive España. ¿En qué más están de acuerdo los partidos que invistieron a Sánchez además de en cerrar el paso a la ultraderecha? Si miramos la actividad del Congreso, en nada. En la amnistía según y como. No hay presupuestos a la vista. Ni gobierno en Catalunya. Resulta curioso que la dureza que gastaron algunos con el gobierno Aragonès mientras estuvo en minoría no se aplique a Sánchez. Porque el grado de inacción empieza a ser comparable. En la agenda legislativa, de momento, solo hay un etéreo plan de regeneración democrática muy ligado a la injusticia que denuncia el presidente con su familia. Y poco más. 

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