Europa-Catalunya: estabilidad y progreso

La democracia vive un periodo convulso de amenazas contra sus valores en medio de un fortísimo ruido político, impulsado por una corriente de fondo conservadora liderada por opciones radicales de ultraderecha.

En el mundo, la mayoría de la población está llamada a las urnas; la India, México, Europa y Estados Unidos son algunos de los países que habrán votado este año. Se está jugando la partida a escala planetaria de si la democracia debe ser su hilo conductor, si no queremos incrementar las desigualdades globales.

En Europa nos jugamos que la ultraderecha no rompa los avances hacia un espacio político y social de la UE. Hay que avanzar en un marco de armonización fiscal, para seguir desplegando las políticas de protección social y de inversiones públicas en el necesario cambio de modelo productivo. Un avance para federalizar los estados miembros y desplegar el pilar social europeo reforzado, seña de identidad de Europa en el mundo. Más Europa y más social y democrática.

Es clave no volver a la austeridad y seguir apostando por políticas que se han demostrado exitosas para salir de la crisis sanitaria. Solo tenemos que mirar a España y Catalunya. Tenemos más gente trabajando que nunca, los contratos indefinidos son los protagonistas del mercado de trabajo y las pensiones mantienen el poder adquisitivo. Estos son algunos de los indicadores que constatan que la economía española y catalana crece más que todos los países de su entorno y lo hace mejorando la vida de la gente.

Esto ha sido posible, en parte, gracias a la orientación de las políticas en Europa y a su traslación de la mano de gobiernos progresistas en España y Catalunya que han practicado el diálogo social con patronales y sindicatos de manera exitosa. Una combinación que merece la pena mantener. Por eso son muy importantes las elecciones del 9J y la participación de la clase trabajadora, para parar las opciones radicales que quieren volver a un modelo de recortes donde las clases populares vuelvan a pagar la factura. Ir a votar y parar a la ultraderecha es un llamamiento sindical a los trabajadores y trabajadoras del país, lo hicimos ahora hará cerca de un año en las elecciones generales, y ahora toca parar a la derecha y la extrema derecha en Europa también.

Hay un hilo conductor de las políticas de progreso y democráticas, a nivel catalán, estatal y europeo, y hay que darle continuidad, tanto en el diálogo político como en el diálogo social. Y por eso es muy importante lo que pasa aquí; estamos pendientes de las consecuencias del resultado de las elecciones catalanas. Estamos a las puertas de la conformación de la mesa del Parlamento, la primera etapa de esta legislatura, con la investidura en el horizonte para saber si arranca definitivamente o todo lo contrario, volvemos a votar. Esta opción la rechazamos frontalmente desde el movimiento sindical y hacemos un llamamiento a los partidos para ejercer su responsabilidad.

CCOO y UGT enarbolarán la bandera de la reducción de jornada este Primero de Mayo

CCOO y UGT entendemos que se tiene que encontrar el consenso teniendo en cuenta que el partido se juega en Europa, España y Catalunya. Queremos seguir desplegando reformas que sigan avanzando en la reducción de las desigualdades, reforzando el marco del trabajo digno y los pilares del Estado de bienestar social fortaleciendo los servicios públicos. Queremos afrontar los retos de las grandes transformaciones con políticas de transición justas, sin dejar a nadie atrás. Y queremos también que el diálogo político continúe desjudicializando la política y encontrando nuevas soluciones tanto en el ámbito territorial como en el de la financiación, como el social. Y para conseguirlo necesitamos fortalecer las instituciones, garantizando mayorías estables; en el Estado reforzando la mayoría de investidura y en Catalunya con una mayoría progresista que dé recorrido a las políticas sociales iniciadas en los años anteriores.

Emplazamos a los partidos políticos catalanes que han sido claves en la investidura en el Gobierno del Estado a que, con la misma responsabilidad que entonces, ahora lo apliquen en Catalunya. Para seguir garantizando el progreso social y nacional necesitamos continuidad en las políticas de diálogo político y social en Catalunya y en España.

Catalunya, España y Europa necesitan instituciones estables y progresistas para construir un nuevo contrato social y democrático, donde el trabajo digno, el estado del bienestar y la democracia llegue a todo el mundo.