Opinión |
República Dominicana
Salvador Martí Puig

Salvador Martí Puig

Catedrático de Ciencia Política de la Universitat de Girona

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Continuidad a la vista

Según las encuestas, Luis Abinader, actual presidente, acaudalado hombre de negocios y líder de una formación creada por él mismo (el Partido Revolucionario Moderno), será reelegido con más de la mitad del sufragio de sus conciudadanos

Jura de Felipe González en la ceremonia de concesión de la nacionalidad dominicana por el presidente de la república, Luis Abinader. Foto Gob RD

Jura de Felipe González en la ceremonia de concesión de la nacionalidad dominicana por el presidente de la república, Luis Abinader. Foto Gob RD / Presidencia RD

Con estabilidad, crecimiento económico y sin ningún escándalo político de entidad, lo habitual es que un presidente -si la constitución de su país lo permite- revalide el mandato.

Esto es lo que muy probablemente ocurra en República Dominicana, tal como lo predicen todas las encuestas. Así las cosas, Luis Abinader, actual presidente, acaudalado hombre de negocios y líder de una formación creada por él mismo (el Partido Revolucionario Moderno) después de perder unas elecciones internas en el seno de su anterior formación, el histórico Partido Revolucionario Dominicano, será reelegido con más de la mitad del sufragio de sus conciudadanos.

La singularidad, en estas elecciones, radica en la candidatura de Leonel Fernández, ya tres veces presidente (durante los mandatos 1996-2000, 2004-2008, 2008-2012), y casi prócer del país. Fernández, histórico líder del Partido Liberación Nacional y uno de los artífices de la “modernización” de República Dominicana, hace cinco años creó su propio partido (Fuerza del Pueblo) y hoy, a sus 70 años, vuelve al ruedo electoral, a pesar de que las encuestas no le son propicias y, salvo sorpresas, difícilmente pase del 35% de los sufragios. En este sentido, sorprende cómo alguien tan reputado en la escena política nacional e internacional se haya lanzado a una competición que no le es favorable. Además de Abinader y Fernández, también concurre otro contendiente, Abel Martínez, del citado y otrora hegemónico Partido Liberación Nacional, pero los sondeos lo sitúan en un lejano tercer puesto, con poco más del 10% del voto.

Si las encuestas no fallan, la cuestión del domingo va a radicar en si Abinader podrá conseguir la mayoría de escaños en las dos cámaras, el Senado y el Congreso, y así impulsar sin obstáculos su programa, donde algunas reformas son cruciales. Esta cuestión es relevante, ya que en República Dominicana la disciplina partidaria no es una divisa común y el clientelismo continúa siendo un mal crónico

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