![Gemma Martínez](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/c63c1ffa-c73a-4cda-947a-f243b0dbef95_source-aspect-ratio_default_0.jpeg)
Directora adjunta de EL PERIÓDICO DE CATALUNYA
![Gemma Martínez](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/c63c1ffa-c73a-4cda-947a-f243b0dbef95_source-aspect-ratio_default_0.jpeg)
Gemma Martínez
Directora adjunta de EL PERIÓDICO DE CATALUNYA
Periodista
Sindicatos, lejos de los consejos, pese a Yolanda Díaz
![La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz.](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/a08378fc-a7ad-4ca9-b42a-1cea60657c86_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg)
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz. / EFE
Yolanda Díaz sufre amnesia. Solo así puede entenderse que un partido en crisis como el suyo haya presentado una proposición de ley para que los trabajadores, sus representantes y las organizaciones sindicales entren en los consejos de administración de las empresas. La líder de Sumar justifica la propuesta, que defiende desde hace años y que presenta ahora en solitario, por la necesidad de impulsar un funcionamiento «más democrático» de las compañías. Sostiene que nadie mejor que un empleado para defender a su empresa, hacer de contrapeso a los gestores y evitar que se tomen decisiones solo orientadas al logro de beneficio y al reparto de dividendos.
La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo se equivoca con su proposición, que es intervencionista y populista. Es así por mucho que se inspire en una normativa similar de Alemania, país que no criminaliza al empresario y que tiene unos sindicatos muy distintos a los españoles.
Díaz tendría que recordar un episodio reciente de la historia financiera de España, la crisis de las cajas de ahorros. Estas entidades llegaron a gestionar la mitad del ahorro en España antes de su desaparición, que fue causada por un grupo de gestores que, en connivencia con el poder político, abusaron del riesgo inmobiliario, buscaron su propio beneficio y se otorgaron sueldos, indemnizaciones y pensiones millonarias. Estos gestores casi siempre contaron con el apoyo de los representantes de los trabajadores o de los sindicatos en los consejos de las cajas, que se valían de esta presencia para influir en la gestión de la obra social de las entidades y para cobrar unas dietas que servían para financiar a sus sindicatos. La desaparecida Caja Madrid de Rodrigo Rato es un buen ejemplo, con uno de sus representantes en el consejo por Comisiones Obreras condenado a tres años de cárcel por el uso fraudulento de tarjetas de crédito opacas al fisco (black).
Los empleados y sus representantes deben tener los necesarios puntos de interlocución con las empresas, pero lejos de los consejos de administración.
Suscríbete para seguir leyendo
- Sumerge las bayetas en esta sustancia para limpiarlas sin ayuda de la lavadora
- El tardeo se consolida y le gana terreno al ocio nocturno en el área de Barcelona
- Una hoja de laurel en la carcasa del móvil: el truco que hace media España
- Donald Trump, herido leve de bala en un atentado en un mitin
- La Agencia Tributaria lanza un comunicado dirigido a los propietarios de viviendas
- ¿Quién era Thomas Matthew Crooks, el tirador que ha atentado contra Trump?
- El trucazo para que Google Maps detecte todos los radares de la DGT
- Adiós a colgar camisas y jerséis en perchas: el método japonés para ahorrar espacio en el armario