No me gusta la Estació de Sants
Esta infraestructura no está a la altura de una ciudad que se precie, moderna y cosmopolita
![Un tren con destino a París, en la estación de Sants, en Barcelona.](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/e53d1132-77d7-4332-89e1-38324005ebeb_21-9-aspect-ratio_default_0.jpg)
Un tren con destino a París, en la estación de Sants, en Barcelona. / FERRAN NADEU
Hace un año leía en los periódicos de Barcelona que, a mediados del año 2023, se iniciarían las obras de remodelación de la Estació de Sants. Según decían, en una primera fase se ocuparían de los vestíbulos de la estación y de la plaza de Països Catalans. Estamos a finales de octubre del veintitrés y no observo ningún movimiento de obras en la estación. Soy un usuario más de los trenes de larga distancia y no dejo de sorprenderme, cada vez que subo o bajo de uno de esos trenes, al llegar o salir de Barcelona. Esta infraestructura no está a la altura de una ciudad que se precie, moderna y cosmopolita. Las estaciones de ciudades grandes suelen ser bulliciosas; este año se espera recibir en Sants más de 58 millones de pasajeros y es normal que, con lo que tenemos ahora, sea del todo insuficiente. Es especialmente grave la zona de embarque y desembarque. Los accesos son estrechos, con apeaderos con anchísimas columnas que obligan a alinearse a los pasajeros que abordan el tren, teniendo en ocasiones que aproximarse peligrosamente a las vías. La temperatura, especialmente en verano, es más propia de un microondas que de una estación.
El calor que desprende el motor de las máquinas provoca un ambiente angustioso e irrespirable, no únicamente por el calor sino por la mala calidad del aire que se acumula en ese subterráneo. Hay pocas escaleras para la cantidad de pasajeros que salen y entran, pocos ascensores y pequeños. Sin embargo, me temo que a esta parte de la estación, para mí la que más remodelación necesita, no se le aplicará ningún cambio. Será en los vestíbulos de la planta baja y de la plaza exterior, a la cual le sentará muy bien dejar atrás ese intento de jardín metálico que se nos propuso y que nunca ha embellecido nada. Confío que el proyecto, que debería completarse en 2030, no se dilate y no sea esta la fecha de comienzo de unas obras urgentes y necesarias.
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