Apunte

Del banco al colchón

Los hogares retiran 21.847 millones de los bancos hasta agosto, máximo en dos décadas

La subida del petróleo ataca la senda de menor inflación y recorte de tipos

Un hombre retira euros de un cajero automático.

Un hombre retira euros de un cajero automático. / Efe / Valda Kalnina

Agustí Sala

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Y uno se pregunta: ¿adónde se llevan los ahorradores el dinero que tenían en el banco? Según los últimos datos del Banco de España, los hogares retiraron desde el máximo histórico alcanzado en diciembre un total de 21.847 millones, el 2,2% del total aparcado en cuentas en las entidades financieras. Se trata de la cantidad más elevada en los ocho primeros meses de un año desde que el organismo supervisor comenzó a medirlo en 2003. Ahí es nada.

Aunque el apartado de depósitos a plazo registra un cierto repunte, a medida que sobretodo los grandes bancos empiezan a remunerarlos a paso extremadamente lento, no es lo suficiente para compensar la suma que las familias han decidido llevarse a casa. Y esos recursos los dedican bien sea para invertir en productos con una mayor rentabilidad, bien para complementar sus ingresos mensuales, mermados por una inflación que auque con cierta tendencia a la moderación, es persistente. Y no olvidemos que la tasa subyacente, que es la verdaderamente estructural al excluir precios sujetos a mayor variabilidad como los alimentos no elaborados o la energía, a pesar de que sigue reduciéndose, se encuentra aún en el -5,8%.

Algunos, los más agoreros, afirman que los hogares están optando por el dinero contante y sonante ante la posibilidad de que llegue una recesión o una crisis. Y eso a pesar de que nadie, ninguna institución ni servicio de estudios, lo otea en el horizonte, si bien advierten de que el crecimiento se ralentizará en lós próximos meses.

También hay otra cuestión: los ahorradores buscan compatibilizar el máximo de seguridad con el máximo de rentabilidad. Y eso no se encuentra aún en el tradicional depósito de los grandes bancos sino en otros activos con garantía del Estado, como las letras del Tesoro. Esta deuda pública rinde por encima de lo que ofrecen las grandes entidades bancarias, que siguen perezosas al retribuir los depósitos a pesar de la escalada de los tipos de interés, que ya se encuentran en el 4,50%. Y con unas hipotecas que superan la media del 3%. Pues eso.

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