APUNTE
Los partidos del futuro por Jordi Puntí
El estoicismo de los culés
Esperando a un Busquets
Messi, entre la realidad y el deseo
![Pedri y Ferran Torres, en el avión del Barça camino de la gira por Estados Unidos.](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/f7869245-e413-4fe0-a51a-ff5e9abec92b_21-9-aspect-ratio_default_0.jpg)
Pedri y Ferran Torres, en el avión del Barça camino de la gira por Estados Unidos. / FCBARCELONA
![Jordi Puntí](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/16c1dcd4-ec46-43b9-9112-813ff437bfbb_source-aspect-ratio_default_0.jpg)
![Jordi Puntí](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/16c1dcd4-ec46-43b9-9112-813ff437bfbb_source-aspect-ratio_default_0.jpg)
Jordi Puntí
Escritor. Autor de 'Confeti' y 'Todo Messi. Ejercicios de estilo'.
El fútbol se ha jugado siempre en el presente y en el pasado al mismo tiempo. Tenemos memoria y los buenos futbolistas nos hacen revivir el juego que antes nos deslumbró. Comparamos, buscamos similitudes y nos refugiamos en el recuerdo para darnos esperanzas.
Laudrup nos hizo creer en Iniesta, que a su vez nos hace creer en Pedri. Cuánto mayores somos y más fútbol hemos visto, más nos influye a la hora de disfrutar del fútbol actual. Ahora, sin embargo, parece que ya no es suficiente y nos obligan a imaginar los partidos del futuro.
Inmediatez escéptica
Antes con el baile constante de rumores de la pretemporada nos hacíamos unas ilusiones inocentes. La literatura deportiva no escatimaba metáforas: "El Barça bebe los vientos por Simonsen", leíamos, o "El Espanyol suspira por Lauridsen".
Ahora no, ahora las redes sociales imponen una inmediatez escéptica: "Kimmich gusta", "Darder interesa". Además, como todos quieren descubrir a las estrellas del futuro, cada vez se negocia por futbolistas más niños y se compite por el talento incierto con cierta ludopatía.
De Vitor Roque a Endrick
Se publican vídeos de sus mejores jugadas (contra equipos juveniles, de segunda fila) y nos obligan a imaginar cómo serán sus partidos del futuro, insertados en la plantilla actual. Después, ya fichados, la realidad dicta sentencia y hay jugadores que hemos visto más en nuestra imaginación que en el campo —Pablo Torre, por ejemplo-.
Esta quimera es especialmente viva (y ridícula) entre Barça y Real Madrid. Lo vemos con los dos jóvenes brasileños que han fichado: Vítor Roque para los culés y Endrick para los blancos. Hasta hace poco los desconocíamos, pero ahora ya es como si cada partido que juegan en la liga brasileña fuera el Clásico del futuro.
Me recuerda al verano en el que el Barça apostó por Halilovic y el Madrid por Odegaard. Ambos eran grandes promesas, pero la falta de paciencia les diluyó en un montón de cesiones, esperando el gran salto, hasta que los traspasaron. Hoy Odegaard es una estrella en el Arsenal de Arteta. ¿Y Halilovic? El nuevo fichaje del Fortuna Sittard, en la liga holandesa. Sic transit gloria mundi.
Suscríbete para seguir leyendo
- Sumerge las bayetas en esta sustancia para limpiarlas sin ayuda de la lavadora
- El tardeo se consolida y le gana terreno al ocio nocturno en el área de Barcelona
- Una hoja de laurel en la carcasa del móvil: el truco que hace media España
- Donald Trump, herido leve de bala en un atentado en un mitin
- La Agencia Tributaria lanza un comunicado dirigido a los propietarios de viviendas
- ¿Quién era Thomas Matthew Crooks, el tirador que ha atentado contra Trump?
- El trucazo para que Google Maps detecte todos los radares de la DGT
- Adiós a colgar camisas y jerséis en perchas: el método japonés para ahorrar espacio en el armario