Las citas ocultas de Trias y Colau

Las mujeres ríen más que los hombres cuando se citan para comer. Son, sin duda, mucho más divertidas y prácticas. Una prueba de ello ocurrió este miércoles en el club privado Juno House, que acaba de cumplir su primer año de vida en Barcelona. Se citaron 27 mujeres 'top' y hablaron de nuevos 'business', de empoderamiento o de referentes femeninos. Así, había que ver con qué entusiasmo y pasión la abogada y ahora CEO de Sita Murt, Montse Figueras, explicaba su nuevo proyecto para reactivar la marca de ropa que adquirió hace un par de años. O cómo la CEO de Penguin Random House, Núria Cabuti, narraba el éxito del último Sant Jordi. Estaba también la directora general de Endesa en Catalunya, Isabel Buesa, o la siempre ocupada Maria Teixidor, una de las responsables de que el futbol femenino del Barça haya alcanzado tantos éxitos. No se lo perdieron la notaria Maria de Zulueta, la directora del Credit Suisse, Susana Asenjo; la directora general de GVC Gaesco Valores, Carme Hortalà; la cofundadora de 19N Strategies, vicepresidenta de Foment y miembro del consejo de la Fira, Mar Alarcón; o la presidenta y CEO de Roman, Silvia Alsina, que ya participó en la creación del Juno House. No hay nada importante que pase en Barcelona donde Alsina no tenga algo que ver…

Las más felices del encuentro fueron las tres fundadoras del Juno House, Natalia Batlle, Liana Grieg y Eva Vila-Massans, junto a la COO y mujer detallista y eficiente, Carla Crespo Vidal. Un club concebido por y para la mujer actual, que ha doblado en su primer año el número de socias, pero que no limitan el acceso a los hombres. Como debe ser.

Del Via Veneto al Il Giardinetto

Esta semana el mercado de La Boqueria ha rendido un merecido homenaje al propietario del restaurante Via Veneto, Josep Monje. Un establecimiento con 56 años de historia, con una estrella Michelin y una cocina excelente. A todo eso, es el lugar más frecuentado por los poderosos de la ciudad.

Sin ir más lejos, este miércoles, minutos antes de las 14.00 horas, vimos entrar a Xavier Trias. Un grupo de unos 20 presidentes y CEO le esperaban para conocer su proyecto. Trias estaba invitado y no publicó nada en sus redes sociales. Curioso, ya que suele explicar el minuto a minuto de lo que hace cada día. La asociación de paganos tampoco ha querido identificarse ni explicar el porqué de esta comida privada. En fin, ellos sabrán la razón de tanto misterio.

La noche antes, y no muy lejos de la calle de Ganduxer, concretamente en el mítico restaurante Il Giardinetto, la alcaldesa cenaba con un grupo de 80 ciudadanos. Ada Colau no es la primera candidata que pasa por este local. Así que no se escondió, aunque tampoco se publicitó ni una sola foto. Arquitectos, urbanistas, algún empresario, publicistas y gente de la cultura cerraron el local para interrogar a Colau. Se sabe que cada uno se pagó lo suyo y que Colau habló abiertamente de todo. Del aeropuerto, de la contaminación acústica, de las superillas, de los cruceros... Fue una cena distendida y amable en uno de los restaurantes más rompedores y emblemáticos de los años 70. Fundado por Leopoldo Pomés y diseñado por los arquitectos Alfonso Milà y Federico Correa, ahora Il Giardinetto está tutelado por el hijo del fundador, el realizador y productor audiovisual Poldo Pomés. Eso sí, el lugar sigue siendo tan mágico como entonces. Además siempre se come bien o muy bien.

Pues eso, que los que se citan con Trias parecen esconderse más que los que lo hacen con Colau…

Abril en el Speakeasy

La lista de escritores, editores, libreros, políticos y periodistas que pasaron el pasado domingo por la fiesta del suplemento literario ‘Abril’ que publica cada jueves El Periódico y que dirige Álex Sálmon, es innumerable. Fue en el Speakeasy, aunque invadió también el Dry Martini. Lo que allí pasó, allí se queda, pero hay que destacar el trabajo de todo el equipo de Javier de las Muelas. Lo digo porque pasaron más de 500 personas por la cita, nadie perdonó su cóctel y todos estaban espectaculares. Es más, no daré nombres, pero muchos repitieron. Por cierto, en la fiesta de Abril solo faltaron dos políticos: precisamente Trias y Colau. Ellos sabrán por qué.

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