Collboni, a la caza de la cultura
En estos momentos el mundo cultural de Barcelona se encuentra en un espacio líquido muy cambiante. Decididamente cambiante y mezclador de todo tipo de tendencias y modas
Álex Sàlmon
Periodista. Director del suplemento 'Abril' de Prensa Ibérica.
Los candidatos al Ayuntamiento de Barcelona buscan comunidades sociales donde aposentar y buscar reconocimiento a sus ideas. Precisan de colectivos, de grupos profesionales o de afinidad para dirigirse a ellos y sentirse respaldados. Lo hacen todos.
Jaume Collboni, el candidato socialista, busca ese refugio desde hace tiempo entre el mundo de la cultura. Se siente seguro, lo encuentra como propio ya que viene de ese espacio y el de la comunicación, aunque estudiara Derecho.
Buscar amparo en la cultura no es fácil. O se tiene un recorrido largo o son los propios agentes culturales los que rechazan de entrada la aproximación con ninguneos y ausencias. No parece el caso de Collboni. Tiene más entrada que en los territorios económicos, no comerciales, donde también ha hecho carrera.
En esa idea está la plataforma Bo per Barcelona, cercana al candidato, que quiere liderar una imagen propia de la ciudad construyendo un imaginario barcelonés con marca Collboni. Algo parecido a lo que logró Pasqual Maragall en su época de alcalde y que es difícil superar.
La exposición que Bo per Barcelona inauguró la semana pasada tenía también ese objetivo: relacionar al candidato con artistas como Perico Pastor, Robert Llimós o Takayuki Maejima, entre otros y una imagen conceptual que conectara con aquella Barcelona culturalmente canalla que lideró el alcalde Maragall en los años 80 y 90, muy influenciada por el dibujo de las revistas de cómic como 'Víbora' o 'El Cairo'.
No es fácil. Es difícil que vuelvan aquellos tiempos. Es cierto que a muchos electores de mediana edad alta (dejen que utilice la contradicción) les apasionaría redescubrir aquello del 92, pero ni las estéticas son iguales, ni los ciudadanos salen de un regreso al futuro. Lo que fue, fue.
En estos momentos la cultura de Barcelona se encuentra en un espacio líquido muy cambiante. Decididamente cambiante y mezclador de todo tipo de tendencias y modas. La simbiosis lograda entre la cultura y Pasqual Maragall fue un ejemplo. Su búsqueda siempre será un reto.
Suscríbete para seguir leyendo
- Esta fruta no la come casi nadie, siempre está en los supermercados y está llena de proteína y antioxidantes
- El apellido de origen gitano que tienen más de tres millones de españoles
- Crisis en una escuela compleja de Badalona: pierde a 20 profesores de un plumazo tras el proceso de estabilización docente
- ¿No sabes qué hacer con tanto calabacín? Tres recetas para aprovecharlos
- Vecinos de Sants piden al Ayuntamiento de Barcelona que compre su bloque para no quedarse sin alquiler
- Un brote de salmonelosis en un bar de Barcelona deja al menos 22 afectados tras comer tortilla de patatas
- La nueva multa de la DGT a quien no lleve esto en el coche a partir de agosto
- La inauguración de los Juegos vive un gran final tras el despropósito