ANÁLISIS

Luuk, el nuevo Larsson

Luuk de Jong acaba de marcar el gol de la victoria al Levante.

Luuk de Jong acaba de marcar el gol de la victoria al Levante. / AFP7

Sònia Gelmà

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Henrik Larsson jugó dos temporadas en el Barça. La primera estuvo marcada por una lesión grave. En cambio, en la segunda, se hinchó a marcar goles sin ser titular. Su mejor obra fue en París, en la final de la Champions ante el Arsenal. Su último partido. No necesitó más. Desde entonces, cada vez que el Barça se ha atascado, que ha buscado el gol desde el banquillo, el entorno se ha preguntado si no se podía encontrar otro Larsson.

Quizás por fin lo tengamos. Quién sabe si a partir de ahora -para saber eso se necesita perspectiva-, cada vez que nos queramos referir a un plan B, a un delantero que te aporte goles desde el banquillo, diremos que lo que necesita el Barça es un Luuk de Jong. Parece incluso sano cambiar por fin de referencia.

El espigado delantero holandés tiene unas cualidades muy específicas, antagónicas a lo que el estilo azulgrana busca en un delantero y, pese al buen rendimiento que le estamos viendo, sigue siendo un jugador con una calidad limitada para jugar en un equipo grande. De hecho, ya vimos sus carencias a principio de temporada, cuando las necesidades del equipo provocaron que jugara más de lo debido. 

Su nivel no alcanza para ser plan A y no es el tipo de futbolista que el Barça debe ir a buscar al mercado, pero también es innegable que, como recurso en la emergencia, sabe explotar sus virtudes. Cuando el plan de partido no funciona, cuando la falta de tiempo apremia y cabe volver a lo básico, Luuk de Jong emerge como un héroe inesperado. Y además, importante, asume su condición de recurso sin rechistar.

Luuk puede ser el nuevo Larsson. Ese rol, que les admitiré que no imaginé con tal rendimiento cuando llegó, es un papel agradecido ante la afición y ante su entrenador, a quien ha convencido a base de goles. Este año ha funcionado, pero en junio finaliza su cesión. La pregunta es si vale la pena pagar un traspaso por un futbolista tan particular que solo sirve para los últimos minutos de aquellos partidos en que las cosas se tuercen. 

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