Opinión |
Victoria de la izquierda

Esplendor portugués, cutrez derechona

En Portugal el bipartidismo se mantiene y las mayorías absolutas todavía existen

El socialista Antonio Costa logra una histórica mayoría absoluta en Portugal

El socialista Antonio Costa logra una histórica mayoría absoluta en Portugal. /

Joaquim Coll

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Como muchos otros himnos el de Portugal también habla de héroes y exhorta al pueblo a reconquistar el “esplendor” de los mejores tiempos. 'Esplendor de Portugal' da título a la que seguramente sea la mejor novela de Lobo Antunes, todo y que el esplendor aquí brilla por su ausencia porque explica una historia triste, brutal, sobre la colonización de Angola. Pero “esplendor de Portugal” forma un sintagma que evoca la luz de un país del que podríamos aprender muchas cosas. Aun teniendo un PIB per cápita inferior al de España, su sistema educativo, por ejemplo, saca mucho mejores notas que el nuestro, hay menos desigualdades sociales y los votantes rechazan la polarización y los extremos políticos. En Portugal el bipartidismo se mantiene y las mayorías absolutas todavía existen. La arrollante victoria del socialista António Costa lo evidencia, y contra pronóstico, pues incluso se especulaba con una ventaja final de la derecha. Sus antiguos aliados de izquierdas no le quisieron votar unos presupuestos que eran vitales, tanto como aquí los nuestros, para salir del hoyo económico pandémico, y el electorado los ha castigado. Aunque la extrema derecha se consolida, rompiendo una excepcionalidad europea, no tiene la fuerza que en otros países.

Los paralelismos a menudo son tramposos, pero hay una lección a extraer. La estrategia de la confrontación y el catastrofismo no tienen por qué ganar al diálogo y al optimismo como actitud. Costa ha encarnado ambas cosas, gracias a su personalidad afable, obteniendo un triunfo en primera persona. En momentos complicados, que son casi siempre, la ciudadanía quiere estabilidad y avances. En España también. Hoy Pedro Sánchez, decidido en estas horas a sacar como sea la reforma laboral, representa la sensatez. En cambio, Pablo Casado está instalado en el histrionismo de quien no le importa perjudicar con mentiras a su país si con ello se acerca a la Moncloa. Que Bruselas haya tenido que apoyar por carta la transparencia del Gobierno español y todas sus reformas, deja al líder del PP inhabilitado para ser candidato en 2023. Cutrez derechona.

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