Los tentáculos de la prostitución

A veces, vale la pena atenuar el foco de la verdad absoluta, esa que nos invita a pronunciarnos con verbo rotundo. Bajar la luz y que afloren las sombras. En sus recodos, se esconden las dudas. ¿Abolir la prostitución y penalizar a proxenetas y clientes? ¿Legalizarla con la distinción de prostitución forzada o voluntaria, ofreciendo protección a unas y derechos y obligaciones laborales a otras? Sobran razones éticas para defender un mundo en el que ninguna mujer se vea obligada a vender su cuerpo, pero las diferentes realidades no invitan al optimismo.  

Los países que han optado por el sistema legalista no han conseguido reducir el tráfico sexual. Los abolicionistas han dejado aún más desprotegidas, aún más invisibles a las mujeres que ejercer la prostitución. Existen argumentos a favor y en contra de ambas posturas, pero mientras ponemos el foco en el debate, hay un sinfín de interrogantes en la sombra. ¿Quiénes son los cómplices necesarios de las organizaciones de la trata? ¿Qué alternativas reales tienen las mujeres que sobreviven de la prostitución? ¿Dónde están las niñas migrantes que llegan a nuestras costas? Prostitución, narcotráfico, blanqueo… Los tentáculos del poder se mueven en las sombras. 

Suscríbete para seguir leyendo