Barones como los de antes

Los partidos de la derecha lo intentan porque fue muy sonado y porque es fácil resucitar eso de 'los barones' como una resistencia interna que tuerce voluntades en el PSOE. Lo intentan porque las alianzas con el independentismo fueron el gran argumento de los poderes territoriales del PSOE para tumbar al secretario general en 2016. Lo intentan; pero ni 'los barones' son lo que fueron ni Pedro Sánchez es el rey sin reino como entonces, después de tres años en la Moncloa y dos elecciones ganadas tras arrasar en las primarias. 

Decir que la decisión de los indultos pasa desapercibida en el PSOE es ignorar la realidad. Es un tema que se cuela en los grupos de Whatsapp de sus votantes y que provoca acaloradas declaraciones de algunos de los ex más reconocibles en la galería de ilustres socialistas. Los indultos dibujan la inquietud en el gesto de muchos cuadros socialistas y en los despachos de Ferraz hay quien reconoce el vértigo. Siendo todo eso cierto, hoy Pedro Sánchez es presidente del Gobierno y el PSOE sigue siendo un partido con una arraigada cultura de poder. Lo ilustra con absoluta claridad la estrategia de Susana Díaz en las primarias andaluzas: no suelta prenda sobre los indultos porque sabe que la deslealtad con el presidente le penalizaría ante los militantes. 

'Los barones' no son lo que fueron y tampoco son los de entonces. Y 'los barones' ya no sirven para los titulares porque no hay unidad de acción: Susana Díaz purga sus pecados prometiendo fidelidad, Guillermo Fernández Vara tuitea algo para que no se diga mientras Ximo Puig aspira a convertirse en el gran aliado territorial de Sánchez. Barones como los de antes quedan pocos: Javier Lambán, de baja estos días por enfermedad, y Emiliano García-Page, que se ha propuesto proteger su mayoría absoluta por encima de todas las cosas. 

¿Que Sánchez debería implicar más a la organización en las decisiones que tanto impactan en el PSOE? Muchos en el partido opinan que es una de sus asignaturas pendientes, pero los indultos no abren una crisis interna en este PSOE, que ni de lejos es el que evoca la derecha. Por mucho que lo intente.