Desde Gràcia
Seguir caminando juntos
Las organizaciones vecinales y los espacios autogestionados son las muletas que permiten seguir caminando a quienes lo necesitan. Esto sí que sigue funcionando
![alquiler castellano](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/58618e5b-79e6-4b21-ba08-5a936914a725_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg)
alquiler castellano / periodico
![Sonia Andolz](https://estaticos-cdn.prensaiberica.es/clip/d12e4496-9e58-41b0-be7b-c865fad52b28_source-aspect-ratio_default_0.jpg)
Sonia Andolz
Profesora asociada de la Universitat de Barcelona.
Sonia Andolz
Mari sonríe tras el mostrador de la panadería mientras pregunta a unos niños qué quieren para merendar. En la panadería empezaron a trabajar después de un parón muy corto al inicio del confinamiento pero la sonrisa de Mari no es alegre, es melancólica aún porque no hace mucho que ha perdido a su marido. Ella, Raquel y Rita están contentas porque parece que ha vuelto la vida al barrio. Con mascarillas, gel hidroalcóholico y distancias, pero ha acabado el verano y las familias que estaban fuera han vuelto. Lo mismo cuentan en la frutería de Diamant: menos mal que se reactiva todo. La frutería siempre está llena y durante el confinamiento no cerraron nunca. Jose, las Maris y Mauri llevaban el pedido a casa a las vecinas mayores y a quienes se acercaban a la tienda, les daban algo de conversación. Son esas redes invisibles que se tejen en las comunidades y que tanto hay que cuidar.
Pero este año, en verano, apenas entraban clientes en las tiendas y las calles estaban tranquilas y silenciosas – demasiado, para los comerciantes -. El inicio del curso escolar ha devuelto el bullicio a las plazas en horario de tarde, la sensación de ser un barrio habitado, no vacío. También ha devuelto el caos en las zonas de juego y la relajación en el uso de mascarillas entre los adultos que charlan. Quienes aún no han vuelto, o al menos no de forma masiva, son los universitarios que comparten pisos en el barrio. Tampoco se nota todavía, si es que llega, la bajada de precios en la vivienda de alquiler. Gràcia sigue estando sobreestimada y los propietarios siguen manteniendo los precios de antes del confinamiento, a pesar de la pérdida de valor adquisitivo de tantas personas en Barcelona. También se han reactivado las órdenes de desahucio, como nos informan colectivos organizados en un calendario gigante pintado en la pared de la estación de Fontana. Esto sí que sigue funcionando: las organizaciones vecinales y los espacios autogestionados son las muletas que permiten seguir caminando a quienes lo necesitan.
- El Mundo Today | Miles de personas se reúnen en la Plaza Catalunya de Barcelona para celebrar la vuelta a casa de Marta Rovira
- ¿Qué pasa si tomas café sin azúcar todas las mañanas? Esto dicen los expertos
- La iglesia del pantano de Sau vuelve a verse: hay una explicación
- Trump, evacuado tras ser herido de bala: última hora y todas las reacciones en directo
- El Gobierno plantea adelantar a partir de los 62 años la jubilación parcial pero doblar los años cotizados requeridos
- Una investigación liderada desde Barcelona logra reconstruir por primera vez el cromosoma fosilizado de un mamut lanudo de 52.000 años
- Primeras imágenes de 'Blood of my blood', la precuela de 'Outlander
- Morad ingresa de nuevo en prisión después de que le haya sido revocado el tercer grado