Desde Torre Baró
El verano de Susana
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Teresa Esperabé
Profesora y delegada de CCOO
Teresa Esperabé
El otro día me encontré con Susana en la plaza de los Eucaliptus. Hacía mucho tiempo que no la veía. Ahora tiene 16 años; fui su tutora cuando ella hacía segundo de primaria. Cómo pasa el tiempo. La encontré muy cambiada, tanto física como emocionalmente; más grande, más madura.
Charlamos un rato y me explicó qué estaba haciendo este verano. Me ha dicho que ha participado en el campo de trabajo del barrio. Ha sido una experiencia emocionante: ha podido estar con jóvenes como ella haciendo trabajos en Collserola, limpiando el barrio, filmando cortometrajes sobre sus vidas –la suya es bastante compleja–, haciendo refuerzo escolar. Comenta, muy contenta, que este espacio le ha permitido compensar las dificultades del confinamiento: vive en un piso de 38 m2 con su padre y su hermano. El agua caliente no les funciona muy bien. La wifi la cogen de la casa de al lado. No tienen ni balcón ni patio. Y va poniendo cara triste mientras recuerda aquellos primeros meses de la crisis sanitaria. Además del campo de trabajo me dice, ahora sí de nuevo con una sonrisa, que ha colaborado con un banco de alimentos organizado por el Casal de Joves. El proyecto ha llegado a 15 familias a las que la pandemia y la crisis laboral ha llevado a una situación de mucha precaridad. A través de carteles y del boca a boca han pedido a vecinos y vecinas que hicieran sus donaciones. Durante la semana, el equipo de jóvenes organizaba los paquetes y el jueves los iban llevando por las casas. Solo por ver la cara de las madres cuando llegaban, dice, ya valía la pena el esfuerzo que habían hecho.
Despidiéndonos, le pregunto si en lo que queda de agosto irá a algún cámping o pasará algunos días fuera del barrio. «No, Tere, lo que te he explicado son mis vacaciones», me responde. Ahora está esperando con ganas el septiembre para volver al instituto. Esta conversación con Susana representa el momento por el que están pasando muchos jóvenes y personas del barrio. Muchas dificultades, y al mismo tiempo esperanza por conseguir un futuro mejor.
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