AL CONTRATAQUE
En la red
Creo que estar expuesto al descuartizamiento por parte de desconocidos en las redes sociales acaba afectando a la manera de escribir y de pensar
Milena Busquets
Escritora
Milena Busquets
Cada vez que he dejado las redes sociales ha sido debido a los insultos y al temor de que estos me hicieran empezar a escribir (y por lo tanto a pensar) de otra manera.
Nos pasamos la vida construyendo mundos (intereses, amigos, familia, causas que defendemos) que, con la edad, el estudio y la experiencia se van definiendo y cerrando. Si tenemos mucha suerte y algo de talento, acabamos rodeados de gente que nos gusta bastante, de objetos (desde los libros amontonados por toda la casa hasta el álamo adorado que veo desde la ventana cuando dejo de escribir y levanto la mirada) y de ideas (no de opiniones, de ideas hondas sobre cómo vivir, cómo comportarse con los demás, qué relación tener con el dinero, con el amor, con el paso del tiempo, pero también con el mendigo de la plaza o las relaciones de trabajo).
Esta construcción es a la vez sólida como un rascacielos de Nueva York y frágil como un castillo de naipes. Lo sabemos, vivimos así, son las reglas del juego, está bien. Y también son las reglas del juego, las nuevas reglas del juego, que si entras en las redes sociales, te expones a que cualquier persona furiosa, resentida o sencillamente chiflada y analfabeta, se ponga a insultarte por tus ideas.
Como un guerrillero
Ya sé que soy mayor y no de esta época, cuando yo era pequeña insultar era casi un crimen, tan grave en mi familia como mentir (¡Imaginaos! ¡Nuestros padres y abuelos nos enseñaban a no mentir y a no insultar, los muy excéntricos!), pero creo de veras que estar expuesto de una forma tan directa al descuartizamiento de los desconocidos acaba afectando a la manera de escribir y de pensar. Te convierte en un guerrillero.
Pero yo no tengo ganas (ni temperamento) para ir a la guerra cada día, ni ningún día, de hecho. Mi único campo de batalla (a veces) es la hoja en blanco. Mi única obligación es intentar empujar mis límites y limitaciones como escritor, probar hasta dónde puedo llegar con el pensamiento y la imaginación, y pasarme de la raya si es necesario. Es bueno pasarse de la raya, salirse de la raya. Y me parece que empieza a ser, además, urgente y necesario.
Suscríbete para seguir leyendo
- Cambio de horarios en los colegios de España: malas noticias para los padres
- El apellido de origen gitano que tienen más de tres millones de españoles
- Barcelona suspende el 'Correfoc' de las fiestas de Gràcia 2024 por una grave desavenencia entre 'colles
- El Mundo Today | Cierra un club cannábico de Barcelona porque sus clientes son incapaces de recordar dónde está
- Buenas noticias para los consumidores: este es el precio del butano en el mes de agosto
- Los Mossos creen que los agentes detenidos abusaron de su 'conocimiento' en 'protección de personalidades' para facilitar la fuga de Puigdemont
- Una vaguada de aire frío amenaza con traer fuertes tormentas y una bajada de las temperaturas en las próximas horas
- Carlos Sobera, sorprendido tras conocer el trabajo de una soltera de 'First dates': 'Espero no verte más