al contado
De la peste a la 'coronanomics'
Estamos viviendo no solo el mal que una enfermedad produce en la salud sino en la economía
Agustí Sala
Redactor jefe de Economía
Además de El Periódico, trabajé de 1989 a 1990 en La Economía 16, como responsable de Economía en el Diari de Barcelona, de 1989 a 1990; en la sección de Economía de TVE Catalunya de 1987 a 1989, en Antena 3 de Radio, de 1985 a 1987 y en el Diari Menorca, de 1983 a 1985 y Radio 80-Menorca. Además la licenciatura en Ciencias de la Información por la Universitat Autònoma de Barcelona (1992-1986), tengo un posgrado en dirección general (PDG) 2011-2012y un curso de Márketing Digital y Redes Sociales por la EAE Business School
Agustí Sala
En una de las estancias de la iglesia de San Nicolás, en València, bautizada como la 'Capilla sixtina valenciana' por los frescos de su bóveda obras de Antonio Palomino y su discípulo Dionís Vidal, podemos ver un estandarte un poco tétrico. Oscuro. "Se paseaba por la ciudad cuando había peste", explicó el párroco durante en una visita reciente. "Tal como vamos, a ver si lo vamos a tener que volver a sacar", agregó.
Y tal como se están desarrollando los acontecimientos parece que no iba tan desencaminado. El coronavirus o covid-19 se ha convertido en el nuevo espantajo, el nuevo motivo de pánico. Lo que a mediados del siglo XIV representaba la peste, una enfermedad infectocontagiosa, es hoy este nuevo virus que llegó de Wuhan, en la provincia china de Hubei.
El temor a una amenaza cuyo alcance no acabamos de delimitar es uno de los factores que explican lo vivido estos días en los mercados financieros. Si los humamos tenemos tendencia a huir de lo desconocido, más aún la tiene el dinero y quienes buscan obtener ganancias con él.
No es de extrañar por todo ello que la bolsa española viviera el jueves pasado el mayor desplome de su historia y el índice Dow Jones en Wall Street reviviera la pesadilla del martes negro de hace más de tres décadas. Los inversores huyen de toda incertidumbre y, pese a los esfuerzos por parte de la presidenta del <strong>Banco Central Europeo</strong> (BCE), Christine Lagarde, que se ha estrenado en su primera gestión de crisis al frente de la institución monetaria con algún error. De hecho al poco rato de dejar entrever que no saldría al rescate de las primas de riesgo no le quedó más remedio que salir a enmendar el entuerto. Se trata de dejar atrás cualquier atisbo de crisis de deuda pública como la del 2012.
En todo caso, a los gobiernos, también al español, deben actuar. Los bancos centrales, incluido el BCE, han recordado en muchas ocasiones que, una vez casi agotado el arsenal monetario, deben ponerse en marcha la política fiscal y las reformas y las iniciativas para salvar una economía que puede entrar en estado crítico como consecuencia de un parón sin precedentes.
Es por ello que además de reclamar más agilidad para los ajustes temporales de plantilla o facilidades para liquidar impuestos es necesario que fluya el crédito para empresas y autónomos como reclama <strong>Foment del Treball</strong>, sea mediante líneas de financiación o con avales o garantías públicas que permitan la obtención de recursos. La situación es muy grave. Toda ayuda es poca. No sé si como la peste pero lo que sí que estamos viviendo es lo que se ha venido en bautizar como 'coronanomics'. No es solo el mal que la enfermedad produce en la salud sino en la economía.
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