Sánchez, bien pero no tanto

Es un error abandonar la identidad socialista en la cuestión territorial que pivota sobre la reforma federal de la Constitución

zentauroepp46961384 pedro sanchez190214135808

zentauroepp46961384 pedro sanchez190214135808 / periodico

Joaquim Coll

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En política, la victoria muchas veces no es para el más brillante, sino para el que menos se equivoca, para quien evita meter la pata. La política es como los exámenes tipo test: los aciertos puntúan, pero los errores penalizan el doble. Cuando los partidos entran en zona de turbulencias, los nervios pueden conducir al desastre absoluto. La noche del 28-A promete ser un velatorio en algunas formaciones porque hay líderes que juegan al todo o nada.

El máximo exponente es Albert Rivera, cuyo antisanchismo visceral no tapona las fugas que sufre hacia Vox y encima ahuyenta a su votante progresista hacia al PSOE. Además, como se ha esfumado la posibilidad del 'sorpasso' en la derecha, el voto útil en muchas provincias pequeñas se concentrará nuevamente en el PP. El desfondamiento de Cs deja un espacio libre en el centro que explica la moderación de los socialistas, sobre todo el deseo de no meterse en líos territoriales.

Pero entre poco y mucho. Es incomprensible que ni una sola de las 110 medidas del programa electoral del PSOE se refiera al problema sociopolítico en Catalunya que ha derivado en la mayor crisis de la democracia española. Acierta Pedro Sánchez al poner el acento en un festival de medidas sociales con el objetivo de luchar contra la pobreza infantil y las desigualdades, a favor de una fiscalidad más redistributiva, la sostenibilidad y el medioambiente, etc., pero es llamativo el silencio sobre la crisis territorial.

El mutismo da armas al rival

La prudencia es buena consejera, pero ese mutismo ofrece armas a sus rivales. En Catalunya, ERC teme que el PSC recupere la posición de primera fuerza ante el desconcierto del soberanismo y el descalabro de los 'comuns'. Y por eso Joan Tardà apuesta en público por facilitar la investidura de Sánchez para evitar perder votos. Pero el independentismo no ha tardado ni un segundo en denunciar esa omisión y la referencia únicamente a "reforzar el modelo autonómico", que escondería la voluntad de alcanzar un pacto con Cs.

Por su parte, tanto Pablo Casado como Rivera se han lanzado al cuello de Sánchez por lo contrario. Ese silencio, afirman, sería la prueba de que existe un pacto secreto con Quim Torra y cía. para negociar la autodeterminación.

Para rematarlo, Miquel Iceta reincide en el error de aceptar escenarios hipotéticos en el diario aberzale 'Berria'. Ya le pasó en las autonómicas cuando se metió en el jardín de los indultos, abriendo un boquete de votos hacia Inés Arrimadas. Esta vez, se pone a especular sobre qué pasaría si el independentismo alcanzase una mayoría del 65%.

Disfuncionalidades

A estas alturas no es un patinazo naíf, sino el reflejo de una falta de convicción cuando no refuta el marco nacionalista de las preguntas del entrevistador que razona como si Catalunya fuese una colonia española. En definitiva, pese a que Sánchez está haciendo una buena precampaña, es un error abandonar la identidad socialista en la cuestión territorial que pivota sobre la reforma federal de la Constitución. Es cierto que hoy es inviable, pero lo mismo ocurre con algunas de las 110 medidas. Los silencios, en cambio, crean disfuncionalidades y agudizan los errores.