contrapunto

Salarios con freno en el túnel de la recuperación

Cuando solo suben los beneficios se dispara el malestar social

Cabecera de la manifestación de ayer por la Via Laietana.

Cabecera de la manifestación de ayer por la Via Laietana.

SALVADOR SABRIÀ

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En plena semana de movilizaciones para exigir más derechos sociales y unos Presupuestos del Estado más redistributivos, organizadas por los sindicatos CCOO y UGT, el Instituto Nacional de Empleo (INE) ha publicado la Encuesta Trimestral de Coste Laboral del tercer trimestre del 2016 en la que se constata que el coste salarial en plena recuperación sigue a la baja. El Gobierno se enorgullece y propaga a los cuatro vientos de nuevo que España va bien porque crece a un ritmo anual del 3,2% del producto interior bruto (PIB) y también que se está reduciendo el desempleo y que se crean casi medio millón de puestos de trabajo al año. Pero cuando se baja al detalle, resulta que a la mayoría de los ciudadanos no les va tan bien, al contrario. 

El empleo es de mucha peor calidad que el que había antes de la crisis, tanto por salario como por tiempo (pagado) de trabajo. Vuelven las horas extras sin remuneración y solo falta que se haga un pequeño esfuerzo por parte de la inspección de trabajo, como se hizo en Baleares, para que se constaten estas malas prácticas. Según los datos de la encuesta del INE, en el 2011 el coste salarial bruto era de 1.800 euros al mes, y el pasado septiembre, cinco años más tarde, ascendía a 1.804 euros. Cuatro euros más desde el 2011, mientras que si esta misma renta se hubiese actualizado solo con el IPC sería de 1.857 euros. Visto de otra manera, ahora se gana de media 636 euros menos al año.

Y eso sin contar que a este sueldo hay que restarle la parte correspondiente de IRPF. En un caso hipotético de un trabajador sin hijos, sus ingresos se reducirían hasta unos 1.480 euros al mes. Pero es que, además, entre el 2011 y el 2016 se produjo la gran subida de impuestos del 2012. Incluso dando por buena la versión del Gobierno de que con la rebaja del año pasado del impuesto sobre la renta se había compensado ya aquel incremento, queda mucho para equilibrar el subidón del IVA.  

Antón Costas, expresidente del Cercle d'Economia, explica el ejemplo del túnel para alertar ante una posible explosión del malestar social motivado por la desigualdad. Cuando hay un atasco automovilístico en un túnel con varios carriles de circulación, todo el mundo se toma con resignación estar parado o avanzar muy lento. Pero cuando se empieza a rodar y solo lo hacen los de un carril, llega un momento en el que a los que están parados se les acaba la paciencia, invaden el carril rápido y suele producirse el accidente. Las frías estadísticas reflejan la realidad de unos beneficios empresariales en plena recuperación, en su mayoría, mientras la mayoría de salarios o no suben, o incluso bajan. Hay muchos discursos, tanto de políticos como de dirigentes patronales incluso, apuntando que ya toca un incremento salarial, por el bien de todos. Pero su traslación a los hechos no llega.