tú y yo somos tres

Un final sin Faruk

FERRAN MONEGAL

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Millones de fans han seguido el final de la teleserie 'El Príncipe' (T-5). Un éxito de audiencia de estas dimensiones excita a los que están en el negocio televisivo. Y han lanzado, entusiasmados, la siguiente máxima o razonamiento sublime: si nos siguen más de cinco millones de personas es que la serie es de altísima calidad, es buenísima. ¡Ahh! Sosiéguense, 'please'. Los desmesurados silogismos que brotan de la tele, o de otras grandes superficies de venta masiva de productos, tipo Alcampo o Carrefour, tienen siempre un punto de exagerada desmesura. Esta teleserie ha pretendido trabajar a fondo cuatro ejes: el terrorismo, la corrupción, el narcotráfico y la pasión amorosa de sus dos grandes protagonistas: Fátima y Morey. Este último es el que les ha salido mejor. La escena final, con Fátima muriéndose a causa de una bala incrustada en el cuello, y Morey, desesperado, arrancándose la camisa para taponar el boquete, dejando su trabajado torso de gimnasio al descubierto, ha impresionado mucho. Hombre, quizá algunos habrían preferido que los guionistas salvasen a Fátima en lugar de matarla, y que les quedase un final feliz. Pero, a grandes rasgos, esta historieta de accidentado, dificultoso, pero heroico amor entre los dos, durante 31 capítulos, ha sido el punto -rosa- más conseguido. Las escenas de violencia y tiros han resultado más peliagudas. En el asalto final a la comisaría por parte de cuatro 'inghimasi', cuatro jóvenes captados por el terrorismo yihadista, los realizadores han intentado aumentar el tono muscular de la acción añadiendo muchos gritos y aspavientos de los terroristas. ¡Ahh! A veces un exceso de interjecciones, soltadas a granel, provocan un guirigay que produce el efecto contrario que pretendían: diluye el dramatismo y la dureza de la secuencia. Algunos lances también han sido previsibles. Se veían venir. Cuando el comisario Fran es tiroteado, y cae al suelo ensangrentado y herido de muerte, ya sabíamos que se iba a levantar, aunque fuera arrastrándose, y antes de morir del todo acabaría matando a Khaled, el malo de la película. Es lo que se espera de un buen policía.

Hay que señalar también la enorme injusticia que han perpetrado contra Faruk. Durante los 31 episodios de 'El Príncipe' ha sido pieza clave. En muchos de ellos ha sido protagonista indiscutible. Pero en este final prácticamente no ha aparecido. Le han negado la gloria del último capítulo. No se lo merecía.