La rueda

Tertulias de verano en la radio

XAVIER Bosch

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Las emisoras de radio generalistas, en verano, da la impresión de que consideran que los oyentes son de segunda categoría. Se aprovechan de que el EGM también está de vacaciones y de que no hay nadie que mida las audiencias para ofrecer, tanto en catalán como en castellano, un producto de más baja calidad que durante lo que llaman «la temporada regular». Es una falta de respeto al oyente que durante seis, siete u ocho semanas tenga que escuchar un montón de programas enlatados, que te idioticen los contenidos o que rebajen el nivel de los locutores y del uso de la lengua, ya de por sí bastante maltratada. En donde se nota cada mañana este bajón cualitativo es, de forma muy perceptible, en las tertulias de actualidad, el género radiofónico que más opinión crea y que la expande a tanta velocidad como las ondas. Da la impresión de que los mejores colaboradores están de vacaciones y que, en verano, todo el mundo sirve para acudir a una tertulia de radio a dar su opinión. ¿Un amigo? Sí. Un conocido, si ha salido alguna vez por televisión, también sirve. Alguien que quiere hacer méritos, por supuesto. Alguien a quien le irá muy bien arañar algún euro más… Y no todo el mundo sabe de todo. Al contrario. En general, la pobreza de argumentos, el exceso de tópicos refritos y la escasez de ideas lúcidas acaba por invitarte a saltar a una emisora musical.

Esta semana he oído a un sabio en una tertulia nocturna que aseguraba que en tiempos de crisis había que apostar por la I+D. De acuerdo. La lástima es que, tres segundos después, explicitara que era conveniente invertir en información y diseño. Sin ninguna vergüenza, él mismo ya había pontificado sobre la libertad de voto, sobre el parón de obras del ministroBlanco,la economía del Barça, el cooperante francés asesinado y la prohibición de los toros que, por cierto, le parecía una cuestión ideológica, política, que no tenía nada que ver con el sufrimiento de la bestia. «Y loscorrebous, qué?», clamaba el hombre pensando en que tenía el argumento definitivo.

En Catalunya Música, mientras, emitían aSchubert.La bella molinera. Me quedé allí.