Josep Espar Ticó: "Catalunya paga el no haber sido útil contra la URSS"

--¿Un congreso catalanista?

--Han surgido muchas iniciativas de la sociedad civil --la Plataforma pel Dret a Decidir, el Cercle d'Estudis Sobiranistes, Sobirania i Progrés, la Unió Catalanista de Sabadell--, que quieren que Catalunya sea una realidad nacional plena. Conviene reflexionar desde la sociedad civil, llegar a conclusiones unitarias y ofrecerlas a los partidos.

--¿Tercer congreso?

--A Catalunya le caracteriza la voluntad de ser y la continuidad. En 1880, Valentí Almirall convocó el Primer Congrés Catalanista y pasamos del regionalismo y la Renaixença cultural al autonomismo y al despertar político. Ahora hemos de dar otro paso adelante.

--Hoy Catalunya tiene un Parlament elegido, y la tarea es de los grupos parlamentarios.

--Debería ser así. No vamos contra los partidos. Tenemos el apoyo de los presidentes Pujol, Barrera, Maragall y Rigol, pero...

--Pero...

--Los partidos están demasiado enfrentados y no actúan de forma unitaria. Por eso la sociedad civil debe hacer una reflexión seria y transversal. El Congreso se abrió el domingo, trabajaremos en cuatro grandes ponencias (lengua, valores, economía y política) y en octubre entregaremos al Parlament nuestras conclusiones.

--Ya sé el veredicto: la independencia.

--Debe ser una reflexión transversal, y hay dos grandes opciones: la hispanocéntrica (o sea, construir Catalunya como una sólida casa adosada de España) o la eurocéntrica (apostar por un edificio singular en Europa).

--La independencia.

--Seamos serios. Primero, entre el congreso catalanista y el Estatut de 1932 pasaron 50 años. La historia es larguísima. Segundo, la independencia exige muchos votos y, por lo tanto, una sociedad receptiva. Tercero, la independencia, cuando todos somos tan dependientes de todos, implica la apuesta eurocéntrica. Y algo que no se puede olvidar.

--¿Qué?

--Sufrimos porque Catalunya no fue útil contra la Unión Soviética. Mucha gente apoyó que Letonia, Lituania, Ucrania fueran independientes porque así iban contra el comunismo. Pero Catalunya está en Europa occidental, un espacio de paz, y nadie quiere desestabilizar a los estados europeos. Estamos solos.

--¿Apuesta por la Catalunya euro-céntrica?

--Tendría una gran alegría si fuera la conclusión del congreso. Pero todo hay que hacerlo con unidad. Sin unidad de la sociedad civil no se hará nada, porque los partidos ya están muy divididos.

--Se puede pensar que el congreso es una plataforma de agitación de los partidos nacionalistas.

--No, el congreso tiene vocación unitaria y transversal. Por eso nuestros presidentes de honor son Joan Rigol (Unió Democràtica), Jordi Pujol (Convergència), Heribert Barrera (Esquerra) y Pasqual Maragall (PSC).

--Maragall ya no es PSC.

--El PSC tiene un origen catalanista, y eso prevalecerá. Y sin el PSC no hay unidad. Tiene hispanocéntricos, claro, como UDC, IC y CDC. Podría decir más, pero...

--Diga.

--Montilla será uno de los mas catalanistas del PSC.

--¡Ah! ¿Por qué?

--La función arrastra y en el caso de una persona inteligente, todavía más. Cuando eres presidente de Catalunya, te vuelves catalanista. A fondo. Hay cargos que marcan.

--¿Seguro?

--Sí, pero no titule por ahí. Lo importante es que el congreso movilice a la sociedad civil en una dirección unitaria, porque Catalunya es una. Y que llegue el mensaje a los políticos.

--¿Siempre ha sido tan catalanista- unitarista?

--Fui franquista. En la guerra mataron a mi padre, y eso me influyó. Pero salí catalanista de la universidad e ingresé en Crist i Catalunya (CC), el grupo de Raimon Galí y Jordi Pujol.

--Fue clave en la protesta del Palau de la Música del 60.

--Lo planificó Pujol. Yo solo fui el primero que empezó a cantar El cant de la Senyera. Los dos policías que tenía al lado me querían reducir, pero yo fui más fuerte que ellos. Tenía entonces 33 años.

--¿Después?

--Escapé y viví dos meses en Montserrat. Pujol no quiso huir. Jaume Casajuana fue torturado por la policía y Pujol fue detenido y condenado en consejo de guerra.

--Han pasado casi 50 años. ¿Qué balance hace?

--Cuando empecé en Crist i Catalunya, en 1955, fuimos a ver a Espriu y nos echó. No quería hablar de Catalunya. Y en Montserrat dominaba el castellano. Usted mismo. Catalunya lo ha superado todo, pero le falta unidad.