Experiencias callejeras

Lo más increíble que te puedes encontrar por la calle en Barcelona

3 actividades originales que hacer en Barcelona

El espigón de Darth Vader

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A1-158167239.jpg / Laura Guerrero

On Barcelona

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Jurarás que es una alucinación, como cuando escuchas un gazapo de Feijóo. Pero no. Por la calle se puede avistar desde a un Spiderman de paseo hasta un Superman sobrevolando a 11 personas del tirón. ¿Ese pato de ahí está vendiendo mochilas?

El Spiderman de Santa Coloma

El Spiderman de Santako se pasea por la plaza de la Vila de Santa Coloma.

El Spiderman de Santako se pasea por la plaza de la Vila de Santa Coloma. / Laura Guerrero

Se forma un revuelo en la plaza de Santa Coloma en dos segundos. Ha llegado Spiderman. “Nadie sabe quién es”, farfulla una familia al verlo de lejos. El hombre araña saluda, abraza, se deja hacer fotos con pose arácnida. Se le avista por la calle dos veces por semana. Él avisa por Instagram. “Santako Spidey”, se llama en redes. “No tengo superpoderes para levantar un autobús en brazos –se encoge de hombros-, pero al menos sí que tengo el poder de traer alegría a la gente”. 


El Superman de Barcelona

Acrobarcelon: piruetas mortales por las calles de Barcelona

Acrobarcelon: piruetas mortales por las calles de Barcelona / MANU MITRU

Es Mohamed Siksik. En redes lo conocen como Simõ. Tiene 23 años y unos abdominales que ya quisiera Ronaldo. Las piruetas de este marroquí tienen más de 25 millones de visualizaciones en Instagram. No subestimes su 1,72. Puede saltar 2,50. “O más”, se encoge él de hombros. Lo dice con humildad, mero tono informativo. Hasta Risto Mejide ha hablado bien de él. Ha pasado por ‘Got Talent España’ y el ‘Tú sí que vales’ italiano. Este Superman callejero ha llegado a saltar a 11 personas del tirón. Se les puede ver brincando por el centro: plaza Reial, plaza del Pi, Sant Miquel, la Catedral.


El pato que vende mochilas

La pata Messala saluda a su dueño, Carlos Gutiérrez, junto a su puesto de los Encants de Sant Antoni.

La pata Messala saluda a su dueño, Carlos Gutiérrez, junto a su puesto de los Encants de Sant Antoni. / ELISENDA PONS

Ya está más acostumbrada a las cámaras que una ‘influencer’. “Es la atracción del barrio”, asume su dueño. En cuanto se asoma por la acera, se forma un corro exprés. “¿Qué es eso?”, “¿una oca?”, “¿un ganso?”, “¿un cisne?”. Es una pata, aunque se llama Messala, como el malo de ‘Ben-Hur’. Esta solo da guerra, garantiza el dueño, cuando tiene hambre y no le das salchichas. Se la puede avistar cada día de Encants en uno de los puestos de Sant Antoni, justo enfrente del bar Amigó, en la calle de Tamarit.