Una gira de rockeros

Como los rockeros, inician una gira por otros países, se llevarán a su troupe con ellos, llenarán el avión con el material para sus actuaciones y volverán a casa como triunfadores. Como los rockeros, ya tienen al público entregado, esperando su llegada, con la prensa de los países que visitarán hablando sin parar de ellos, de pedirles entrevistas, de hacerles reportajes. Los rockeros son los Roca. Joan, Josep y Jordi.

Pero no será música, sino alta cocina. Un tour les llevará durante algo más de un mes, del 1 de agosto al 8 de septiembre, por Estados Unidos (Nueva York y Houston), México (Monterrey y México capital), Colombia (Medellín) y Perú (Lima). Convencidos de que El Celler de Can Roca no puede tener una sede en el extranjero porque perdería su esencia, los hermanos desecharon multitud de ofertas («cantos de sirena», según Josep) llegadas de Londres, París, Pequín, Singapur, Dubái…

SEIS MESES DE PREPARACIÓN / Pero en cambio, aceptaron el reto del BBVA: una gira por América. Cierran el restaurante de Girona y se lo llevan puesto al otro lado del charco. Serán 38 personas; 16 cocineros y 22 camareros que servirán 50 comidas y 50 cenas. Unos días antes de la llegada a cada destino, se avanzarán tres personas del equipo (dos cocineros y un camarero) para ultimar unos detalles que llevan preparándose desde hace seis meses. Mañana mismo se van tres miembros de El Celler a Houston. «Es un reto logístico porque hay que hacer elaboraciones con diferentes cocciones y dejarlo todo en orden».

El trabajo previo ha sido descomunal. Medio año antes ya comenzaron a viajar visitando lugares, cafetales, probando mil y una patatas, «probándolo todo». «Yo, por ejemplo, he estado 15 semanas. Pero por ahí han pasado también el metre, el sumiller, Joan, dos jefes de cocina… para prepararlo todo. Incluso en México un artista nos ha diseñado platos de inspiración maya. Hemos trabajado mucho, hemos cogido mucha experiencia y bagaje. Iremos con los deberes hechos».

El patrocinio del banco les permite hacer una apuesta ambiciosa: «Una gira de alta cocina con valores porque promocionaremos el sector y los productos de aquellos lugares que visitaremos». Así, habrá becas para chefs (dos alumnos de cada país que están cuatro meses en El Celler), premios para proyectos agroalimentarios; habrá charlas con pequeños productores, visitas a escuela de hostelería, conferencias para pymes, catas de vinos… «Explicaremos de dónde somos, qué hacemos en casa, cómo lo hacemos…», resume Josep.

Será una gira de intercambio, más que de colonización porque los Roca van con ganas de aprender más que de enseñar. «El estímulo más importante es el atrevimiento creativo, la búsqueda de inspiración -cuenta Josep-. Proyectaremos cómo sería El Celler en Lima, en Monterrey, en Medellín... Cómo sería nuestra cocina si fuéramos mexicanos, peruanos, estadounidenses... qué pasaría si usáramos sus productos. En realidad es un homenaje al diálogo culinario que ha habido entre Europa y América desde hace cinco siglos, un homenaje a los sitios a los que vamos, a su despensa, a su riqueza culinaria, aplicando nuestro proceso creativo y nuestras técnicas».

POSO CREATIVO / No será un camino en solo sentido. Ellos también se empaparán de la experiencia: «Sí, es muy probable que nos deje un poso y que ese mestizaje creativo acabe aportando cosas a nuestro restaurante a partir de septiembre. Vamos con mucha ilusión porque sabemos que volveremos siendo mejores de lo que éramos antes de irnos».