Arte y cambio climático

‎Los artistas se vuelcan en denunciar la degradación medioambiental y en concienciar a la población ‎

Un reportaje de
Alba Giraldo y Valentina Raffio

En los últimos tres años, decenas de activistas climáticos han irrumpido en los museos de todo el mundo para denunciar la gravedad de la crisis climática. Las imágenes de los ecologistas tirando comida ante cuadros cuatros de Monet, Van Gogh y Da Vinci han dado la vuelta al mundo y han abierto innumerables debates sobre la eficacia de estas acciones. Y sobre hasta qué punto este tipo de protestas sirven realmente para concienciar a la población sobre este problema o si, por el contrario, acaban generando una actitud de rechazo hacia la causa. ¿Pero y sí el arte pudiera ser, en sí mismo, una herramienta para concienciar sobre la crisis climática?

'Climate Stripes: Warming Stripes', de Ed Hawkins. / Colección de arte de la Universidad de Reading.

'Climate Stripes: Warming Stripes', de Ed Hawkins. / Colección de arte de la Universidad de Reading.

Cada vez son más los artistas que centran su obra en denunciar la degradación del planeta, ilustrar los efectos del cambio climático en nuestro día a día y hasta reivindicar la conexión de todos los seres vivos con el medio natural. Y a veces, hasta el mismo estudio de la crisis climática se convierte en arte y da lugar a conceptos tan poderosos como las 'Climate stripes' que ilustran el avance del calentamiento global en el planeta.

El arte siempre ha protestado. Lo ha hecho ante todo tipo de injusticias. Su poder activista para despertar conciencias y educar no tiene fronteras. La diferencia es que, al contrario de lo que sucede con otras causas – de la Guerra de Vietnam al feminismo, el sida, el colonialismo o el consumismo -, la crisis climática nos afecta a todos. Y todos participamos, de un modo u otro, en ella.

El debate ahora, para muchos, es si el arte sobre el cambio climático se convertirá en motor de protesta, en puro activismo; si puede llegar a generar una ansiedad paralizante o si se convertirá, con el tiempo, en un arte paliativo para limpiar conciencias mientras seguimos ensuciando el planeta.

Estos son algunos ejemplos de cómo el arte también habla de crisis climática.

· Ice Watch · Monumento mínimo · The Weather Project · Giant Iron Tree · Climate Change Couture · Future Generations · Plastic Ocean · Pollution Pods· · Dona-arbre · Puppy

Ice Watch

‎Olafur Eliasson and Minik Rosing‎

Foto: DANIEL LEAL-OLIVAS / AFP

Foto: DANIEL LEAL-OLIVAS / AFP

Foto: ERIC FEFERBERG / AFP

Foto: ERIC FEFERBERG / AFP

El artista visual Olafur Eliasson expuso un total de doce bloques de hielo extraídos de un fiordo en las afueras de Nuuk, Groenlandia, para concienciar al público sobre el cambio climático, mostrar su impacto sobre el día a día de los ciudadanos y fomentar la conciencia ciudadana durante la Cumbre del Clima de París. Eliasson, en colaboración con el geólogo Minik Rosing, colocó en forma de reloj los bloques de un total de 80 toneladas de hielo, extraídos como icebergs flotantes, en la Place du Panthéon el 3 de diciembre de 2015, y los dejaron derretirse. Nueve días después solamente quedaba agua.

De la misma manera que estos bloques se derritieron y lo empaparon todo, el mayor estudio realizado hasta la fecha sobre el avance de la crisis climática advierte de que toda la humanidad ha sufrido ya alguno de los impactos derivados de este fenómeno.

Monumento mínimo

‎Nele Azevedo ‎

Foto: REUTERS/ TOBIAS SCHWARZ

Foto: REUTERS/ TOBIAS SCHWARZ

Foto: REUTERS/ TOBIAS SCHWARZ

Foto: REUTERS/ TOBIAS SCHWARZ

La artista brasileña Nele Azevedo, en colaboración con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), instaló un total de 1.000 esculturas de hielo diminutas en Berlín en septiembre de 2009 para mostrar la gravedad del deshielo y alertar sobre los riesgos que supone el calentamiento del Ártico. Las pequeñas piezas, hechas a mano por la artista, comenzaron a derretirse bajo el sol de la capital alemana solamente 30 minutos después de su exposición.

Los registros indican que los casquetes polares del planeta están perdiendo hielo de forma alarmante y esto, además, también está acelerando el aumento del nivel del mar en todo el mundo.

The Weather Project

‎Olafur Elliason ‎

Foto: TATE MODERN GALLERY / OLAFUR ELLIASON

Foto: TATE MODERN GALLERY / OLAFUR ELLIASON

Otra obra de Eliasson que explora el cambio climático es 'The Weather Project', una instalación que desarrolló en 2003 para el Turbine Hall del Tate Modern de Londres. El artista utilizó luces monofrecuencia, láminas de proyección, máquinas de humo, láminas de espejo, aluminio y andamios para mostrar la evolución y el impacto de los cambios de tiempo. La obra arrancaba con una fina niebla que impregnaba el espacio como si se arrastrara desde el ambiente exterior. A lo largo del día, la niebla se acumulaba en formaciones tenues, similares a nubes, antes de disiparse por el espacio. El efecto del espejo duplicaba el volumen de la sala y las luces creaban la imagen de una enorme puesta de sol.

En estos momentos se estima que cerca de 3.600 millones de personas, el equivalente a la mitad de la población del planeta, viven "contextos altamente vulnerables al cambio climático". Fenómenos como las olas de calor extremo avanzan a pasos agigantados y causan hasta 60.000 muertes prematuras al año en Europa.

Giant Iron Tree

‎Ai Weiwei ‎

Foto: EFE / ESTELA SILVA

Foto: EFE / ESTELA SILVA

Foto: REUTERS / VIOLETA SANTOS MOURA

Foto: REUTERS / VIOLETA SANTOS MOURA

Un árbol tropical de 32 metros de altura hecho de hierro buscaba concienciar sobre las consecuencias de la deforestación en el planeta. El artista chino Ai Weiwei estaba en Brasil cuando se topó con un antiguo árbol en peligro de extinción. Utilizando andamios, moldeó el árbol y lo envió a China, donde fue fundido antes de ser enviado a Oporto, donde finalmente se presentó. El árbol de Weiwei no tenía hojas, tenía un tronco hueco y el hierro parecía oxidado, lo que recordaba las amenazas ambientales que enfrenta el planeta. "Es una advertencia sobre lo que vamos a perder si no actuamos", declaró el artista a Reuters.

Naciones Unidas advierte de que la deforestación arrasa con al menos 10 millones de hectáreas de bosque cada año, poniendo así en riesgo el hogar de miles de especies de animales y plantas.

Climate Change Couture

‎Catherine Sarah Young ‎

Foto: CATHERINE SARAH YOUNG

Foto: CATHERINE SARAH YOUNG

Foto: CATHERINE SARAH YOUNG

Foto: CATHERINE SARAH YOUNG

¿Qué vestiremos en un futuro con el cambio climático como protagonista? La artista Catherine Sarah Young diseñó las prendas de Climate Change Couture, que explora la crisis climática y la implicación de los humanos en el cambio climático. La artista trasladó este proyecto por diferentes ciudades, en las que cada colección reflejaba sus escenarios ambientales y proyecciones climáticas únicas. Este fue el primer proyecto de la obra The Apocalypse Project, que se fundó en 2013, cuando Young fue acusada de alarmista por los negacionistas del cambio climático. Ahora, la realidad demuestra que sus advertencias iban en el buen sentido.

La obra de esta artista también ayuda a reflexionar sobre el impacto medioambiental de la moda. Este sector por sí solo produce un 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, gasta casi 100 mil millones de metros cúbicos de agua cada año y genera más de 90 millones de toneladas anuales de residuos.

Plastic Ocean

‎Tan Zi Xi ‎

FOTO: TAN ZI XI / Singapore Art Museum

FOTO: TAN ZI XI / Singapore Art Museum

FOTO: TAN ZI XI / Singapore Art Museum

FOTO: TAN ZI XI / Singapore Art Museum

La artista de Singapur Tan Zi Xi recolectó, limpió y organizó 500 kilos de plástico desechado del océano (más de 26.000 piezas) para crear su instalación 'Plastic Ocean'. La exposición experiencial consistía en plásticos que colgaban inmóviles en el espacio para ilustrar cómo los paisajes marinos globales están siendo asfixiados. Dado que algunos plásticos tardan más de 1.000 años en descomponerse, la exhibición proponía una muestra del estado futuro de los océanos si no actuamos ahora.

La humanidad vierte cada año más de ocho millones de toneladas de plástico en los océanos. El Mediterráneo destaca como uno de los mares más afectados por este fenómeno, en el que se acumulan más de 200.000 toneladas de basura al año.

Pollution Pods

‎Michael Pinsky ‎

Foto: MICHAEL PINSKY

Foto: MICHAEL PINSKY

Foto de fondo: MICHAEL PINSKY

Foto de fondo: MICHAEL PINSKY

Londres huele a diésel, Pekín a humos industriales y emisiones del transporte, y Nueva Delhi a plástico quemado y hierba. El artista Michael Pinsky se inspiró en los distintos tipos de contaminación de aire de cinco zonas diferentes del mundo para Pollution Pods. El proyecto consta de cinco cúpulas, cada una de las cuales imita el aire cada lugar: el norte de Noruega, Londres, Nueva Delhi, Pekín y São Paulo. El público experimenta los distintos niveles y fuentes de contaminación a medida que se mueve por las cúpulas.

La Organización Mundial de la Salud advierte de que respirar 'aire sucio' se ha convertido en el mayor riesgo de salud pública de nuestra era. Actualmente, se estima que la polución causa unas siete millones de muertes anuales.

Future Generations

‎Jack Coulter ‎

'Future Generations', por Jack Coulter. / SOTHEBY'S

'Future Generations', por Jack Coulter. / SOTHEBY'S

El pintor irlandés Jack Coulter sufre sinestesia, una alteración de la percepción en la que distintos sentidos pueden estar contectados entre sí. Gracias a esta capacidad, el artista creó la pintura 'Future Generations' basada en un discurso de la activista climática Greta Thunberg y en una canción de la banda de pop-rock The 1975. Según explica Coulter quería que la pintura hiciera justicia al discurso de la activista de forma visual. "En estos tiempos, hacer algo positivo por la crisis climática casi parece un acto de rebeldía", expresó.

El discurso de las nuevas generaciones de activistas como Thunberg y los jóvenes de 'Fridays for future' ha logrado un verdadero resurgir del movimiento ecologista en todo el mundo. En 2019, por ejemplo, las marchas estudiantiles por el clima congregaron a miles de personas en todo el mundo.

La dona-arbre

‎Fina Miralles ‎

Foto: MACBA

Foto: MACBA

La artista Fina Miralles enterró su propio cuerpo hasta las rodillas y se ‘plantó’ en la tierra como si fuera un árbol en Sant Llorenç del Munt. Esta acción se llevó a cabo dentro de la serie ‘Translacions’, que realizó en noviembre de 1973. Miralles fue una de las primeras artistas conceptuales catalanas que, a principio de los 70, realizó acciones en la naturaleza en las que implicaba elementos como los árboles, la tierra, el agua y su propio cuerpo. Estas 'performances' ponían énfasis en el diálogo entre naturaleza y artificio.

Cada vez son más las voces, tanto de activistas como de científicos, que reclaman recuperar la conexión humana con la naturaleza. Por un lado, porque estar en contacto con el verde aporta grandes beneficios para la salud. Y por otro lado, porque estar cerca de la naturaleza ayuda a entender por qué hay que protegerla.

Puppy

‎Jeff Koons ‎

Foto: ERIKA EDE

Foto: ERIKA EDE

No solo hay arte que habla de cambio climático sino que, a veces, también hay obras que se adaptan para ser más sostenibles con el planeta. La escultura floral Puppy, el famoso perro del museo Guggenheim de Bilbao, del artista estadounidense Jeff Koons, fue restaurada en noviembre de 2021 para incluir la automatización del sistema de riego y la instalación de un pluviómetro digital para optimizar el consumo de agua. Estas acciones suponen un uso responsable de este recurso natural y un ahorro en el mantenimiento de la pieza. Asimismo, el museo es miembro de GCC, una comunidad internacional artística que trabajan para reducir los impactos ambientales en el sector.

En la última cumbre del clima, celebrada en Dubái, todos los países se comprometieron a aumentar sus esfuerzos para luchar contra el cambio climático y crear un mundo más sostenibles. Eso implica desde grandes acciones para reducir el uso de combustibles fósiles hasta gestos como, por ejemplo, lograr que un jardín florezca con menos recursos.

Un reportaje de EL PERIÓDICO

Textos: Alba Giraldo y Valentina Raffio
Fotos: Catherine Sarah Yung, Michael Pinsky, MACBA, Fina Miralles, Eric Feferberg, Daniel Leal-Olivas, Tobias Schwarz, Olafur Elliason, Tan Zi Xi, Singapore Art Museum, Erika Ede, Luís Tejido, Rafa Rivas
Diseño: David Jiménez
Coordinación: Ricard Gràcia